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Capítulo 2

Presentando el Chistianismo a los Mormones Capítulo 2

Mira el indice del PRESENTANDO EL CRISTIANISMO A LOS MORMONES  por Eric Johnson

EL NUEVO TESTAMENTO: Confiable y Fidedigno

«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón».

Hebreos 4:12

RESUMEN DEL CAPÍTULO   Son abundantes las copias de manuscritos antiguos que contienen el Nuevo Testamento, incluidas más de 5.000 escritas en griego. Se trata de la mejor evidencia que la de cualquier otro texto antiguo, incluidas las obras de Homero y César. Un conocido escéptico afirma que hay más variantes que palabras en todo el Nuevo Testamento. Independientemente de cómo se cuenten estas variantes, ninguna doctrina fundamental se ve afectada. Además, se ha demostrado que los traductores modernos de la Biblia son honestos en su trabajo, sobre todo cuando se consideran ciertos textos que pudieran presentar problemas. No es suficiente con tener una buena traducción, ya que el lector debe entender las palabras según lo que el autor original quiso decir, y no según lo que el lector interpreta. Finalmente, a algunos escépticos les gusta presentar «contradicciones» para demostrar la falta de confiabilidad en la Biblia. Pero estas dificultades pueden ser explicadas cuando se tiene en cuenta el contexto.

     Como se demostró en el capítulo anterior, en el mormonismo se considera que la Biblia es escritura, aunque no se considere completamente digna de confianza. Retomando la conversación del capítulo 1, Dave decidió referirse al Dr. Bart Ehrman, un profesor especialista en el Nuevo Testamento del departamento de estudios religiosos en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Probablemente ha visto a Ehrman en documentales religiosos en televisión o cursos educativos bíblicos en DVD.1

     Dave me dijo que, «Bart Ehrman afirma que el Nuevo Testamento está lleno de tantos errores que no se puede confiar en este. He aquí un erudito con una formación cristiana que afirma que la Biblia cita falsamente a Jesús. Si un erudito del Nuevo Testamento no cree que este es exacto, ¿por qué debería creerlo yo?».

     Aunque su nombre es popular entre los escépticos, Ehrman no suele ser citado por quienes se llaman Santos de los Últimos Días. No tiene sentido que un SUD ataque una escritura que sigue formando parte del canon de ellos. Con su afirmación, él cree que me hace daño. Pero sin darse cuenta o sin que le importe, también se está haciendo daño a sí mismo. Tal vez era una señal de que Dave –que seguía afirmando ser un fiel Santo de los Últimos Días– estaba siendo influenciado por amigos escépticos. O tal vez, ya había abandonado el mormonismo por razones desconocidas. En todo caso, hay que entender que algunos mormones discuten más como agnósticos o ateos.

     Respondí: «El hecho de que una persona tenga un doctorado en el Nuevo Testamento no significa que su opinión sea correcta. De hecho, ni siquiera significa que sea un creyente en Dios».

     Ehrman se graduó en dos instituciones evangélicas de renombre y afirmó que una vez se había considerado cristiano antes de decidir volverse escéptico. Analicemos algunas de sus opiniones expuestas en su exitoso libro de 2005: «Jesús no dijo eso: Quién Cambió la Biblia y por qué» («Misquoting Jesus: The Story Behind Who Changed the Bible and Why»).2

LA RECOPILACIÓN DEL NUEVO TESTAMENTO

     Si el Nuevo Testamento no es veraz, entonces el mormonismo sería tan insignificante como el cristianismo. Atacar la exactitud de toda la Biblia significa que tampoco se debe confiar en los textos favoritos que a menudo usan los Santos de los Últimos Días, entre muchos otros, como referencia: Santiago 2:20, 1ª Corintios 15:29 y Juan 10:34. Como Dave, esto es algo que muchos Santos de los Últimos Días quizá nunca se hayan detenido a considerar. Sin embargo, y a pesar de todo, insistió en refutar la exactitud del texto bíblico transmitido. Con voz enérgica, Dave afirmó: «Es imposible que lo que hay en nuestras Biblias se acerque a lo que se escribió originalmente. Si no hay copias originales, ¿por qué debería confiar en la Biblia? Presenten los originales y entonces tal vez pueda aceptarla como fidedigna».

      Me gustaría dedicar unos minutos a exponer cuatro razones por las que debemos creer en el mensaje del Nuevo Testamento.

1. La Disponibilidad de Varias Copias

     A los manuscritos bíblicos originales se les llama autógrafos. Hasta donde sabemos, ninguno de los autógrafos bíblicos del Antiguo o del Nuevo Testamento existe hoy en día porque, o bien, se perdieron o fueron destruidos.

«Cada libro de la Biblia fue originalmente escrito por un autor humano, bajo la inspiración del Espíritu Santo. Estos originales –llamados autógrafos– estaban totalmente libres de errores como resultado de la inspiración divina. Ninguno de estos manuscritos originales existe en la actualidad. En su lugar, se hicieron copias y, poco después, copias de estas copias. Estas, y multitud de traducciones se han ido transmitiendo a lo largo de los siglos».3

     Es muy probable que los autógrafos del Nuevo Testamento se hubieran desintegrado en el siglo III d. C. debido al desgaste por el uso.4 Le expliqué a Dave que incluso si estos manuscritos estuvieran disponibles hoy en día, esto no sería suficiente para convencer a la mayor parte de los escépticos. Como afirmó Daniel Wallace, el estudioso del Nuevo Testamento: «Incluso si tuviéramos los originales, los escépticos que están filosóficamente convencidos de su posición tratarían de explicarlos … ellos comienzan donde quieren terminar y luego, para sus propósitos, buscan todas las evidencias de manera selectiva, en lugar de estar abiertos a lo que las pruebas realmente revelan».5

     Aunque no existe ningún documento original del Nuevo Testamento, los traductores disponen de numerosas copias, llamadas apógrafos. No sólo hay docenas o cientos, sino miles, incluidos más de 5.600 manuscritos griegos, según describe el erudito F. F. Bruce:

«Las evidencias de nuestros escritos neotestamentarios son incluso superiores a las evidencias de muchos escritos de autores clásicos, cuya autenticidad nadie se atreve a cuestionar. Si el Nuevo Testamento hubiera sido una colección de escritos no religiosos, su autenticidad se consideraría generalmente fuera de toda duda … Existen más de 5.000 manuscritos griegos del Nuevo Testamento en su totalidad o parciales …»6

     Mientras algunas copias son fragmentos de papiro, «el tamaño promedio de los manuscritos supera las cuatrocientas cincuenta páginas, y algunos fragmentos datan de la época en que vivían los seguidores de los primeros apóstoles».7 Existen también más de 24.000 manuscritos escritos en otras lenguas, como latín, copto egipcio, sirio y georgiano. Como escriben Darrell Bock y Daniel Wallace, eruditos del Nuevo Testamento, «en conjunto, el Nuevo Testamento está formado por aproximadamente mil veces más manuscritos que los escritos de un autor clásico promedio. Ni siquiera la cantidad de copias de los autores más conocidos, como Homero y Heródoto, puede compararse con las que goza el Nuevo Testamento».8

     Comparados con otra literatura antigua, los eruditos señalan una abundancia de los escritos tempranos del Nuevo Testamento. De hecho, «disponemos de entre diez y quince manuscritos en un periodo de cien años desde la terminación del Nuevo Testamento, y de más de cuatro docenas en un periodo de dos siglos. De los manuscritos producidos antes del año 400 d. C., se conservan noventa y nueve, incluido el Nuevo Testamento completo más antiguo, el Codex Sinaiticus».9 Las copias circularon durante los dos primeros siglos después de la época de los apóstoles. Alrededor del 15% de los textos griegos disponibles (más de 800) fueron compuestos antes del año 1.000 d. C. Wallace afirma que …

«… ¡más de cuarenta veces la cantidad de manuscritos de un autor clásico promedio en más de dos mil años de copias! En la actualidad, el autor clásico promedio no conserva manuscritos producidos en el plazo de medio milenio a partir de la fecha de composición de sus escritos. El Nuevo Testamento tiene al menos doscientos cincuenta manuscritos –sólo en griego– producidos en los quinientos años que siguieron a la composición del Nuevo Testamento».10

     Supongamos que todos los textos del Nuevo Testamento hubieran sido incautados y destruidos por los enemigos de la Biblia. Según Wallace, aún sería posible consultar los escritos de los cristianos los cuales, «desde finales del siglo I hasta el siglo XIII, citaban el Nuevo Testamento en homilías, comentarios y tratados teológicos. Estos no tenían el don de la brevedad. Hasta ahora se han recopilado más de un millón de citas del Nuevo Testamento por parte de los padres de la Iglesia. Prácticamente todo el Nuevo podría reproducirse muchas veces sólo a partir de las citas de estos padres».11

     Es cierto que existen variantes, pero la gran mayoría se incluyen en la categoría de «errores accidentales» que «incluyen errores en la ortografía de palabras; al duplicar u omitir una letra, palabra o línea de texto; dividir palabras que originalmente iban juntas sin espaciar; o colocar signos de puntuación en lugares diferentes –en resumen, todos los errores que cometen incluso los mecanógrafos de hoy en día al escribir a máquina lo que ha escrito otra persona en lugar de limitarse a escanear, copiar o cortar y pegar el texto original electrónicamente».12 Este tipo de errores no suelen afectar al significado del texto. Esto afirma Norman Geisler:

«Mientras que en los manuscritos del Nuevo Testamento existen muchas lecturas variantes, hay numerosos manuscritos disponibles para comparar y establecer relaciones entre esas lecturas con el fin de llegar a la correcta. Mediante un estudio comparativo intensivo de las lecturas de 5.686 manuscritos griegos, los eruditos han eliminado cuidadosamente los errores y adiciones de copistas ‘útiles’ y han comprendido qué manuscritos antiguos son los más precisos».13

     Cuando un escriba se desviaba de su trabajo para realizar un cambio en un manuscrito, aparentemente pudo haber tenido la intención de corregir algo que él pensaba que necesitaba ser arreglado. Por ejemplo, si consideraba que era necesario dar más explicaciones, podría haber añadido comentarios en la columna situada encima o debajo del texto. En cualquier caso, es totalmente inviable sugerir que escribas siniestros quisieran causar estragos introduciendo cambios no autorizados en el texto bíblico.14 Para que cualquier «cambio» fuera creíble, habría que haber redactado cientos de textos anteriores o posteriores para hacer el mismo cambio. Las copias del Nuevo Testamento estaban repartidas por todo el mundo conocido, de modo que encontrar suficientes textos para realizar estos cambios habría sido poco realista.

2. Normalmente, las Variantes no Cambian el Significado de un Pasaje

     Ehrman afirma que hay 400.000 «variantes» en el Nuevo Testamento, lo que resulta curioso si se tiene en cuenta que sólo hay 138.000 palabras en el total de los 27 libros. ¿Cómo es posible que existan más variantes que palabras? Simplemente, la respuesta es que cada vez que hay una diferencia en varios textos, se cuenta una «variante» ese número de veces. Por ejemplo, la misma variante en 50 copias equivaldría a 50 variantes. El 75% de las variantes textuales son diferencias ortográficas. Se cuentan incluso las diferencias mínimas o triviales. Aunque decenas de miles de variantes pueden parecer abrumadoras, se trata de una acusación exagerada. Craig Blomberg lo explica con más detalle:

«Excepto para los especialistas, la inmensa mayoría de las variantes textuales carecen por completo de interés. Cuando uno escucha cifras de 400.000 variantes (si es que ese número es exacto), debe recordarse que están repartidas en 25.000 manuscritos. Un gran porcentaje de estas variantes se agrupan en torno a los mismos versículos o pasajes. Menos del 3% de estas variantes son lo bastante relevantes como para figurar en una de las dos ediciones críticas estándar del Nuevo Testamento griego. Sólo una pequeña décima parte del 1% son lo bastante interesantes como para aparecer en las notas a pie de página de la mayoría de las traducciones al inglés. Nunca se enfatizará lo suficiente en que ninguna doctrina ortodoxa o práctica ética del cristianismo depende únicamente de una redacción controvertida».15

     Daniel Wallace explica que «menos del 1% de todas las variantes textuales son a la vez válidas y viables».16 En otras palabras, más del 99% de las lecturas alternativas no cambian el significado de ningún texto. Para ser claros, ninguna doctrina o práctica cristiana fundamental se ve afectada por estas variantes.

     Si bien Dave quería argumentar que las discrepancias desmentían la veracidad de la Biblia, F. F. Bruce dice que deberían haberse esperado más errores:

«Cuando tenemos documentos como los escritos del Nuevo Testamento copiados y vueltos a copiar miles de veces, el margen para los errores de los copistas aumenta tan enormemente que resulta sorprendente que no haya más errores de los que realmente existen. Afortunadamente, si el gran número de MSS [manuscritos] aumenta el número de errores de los escribas, incrementa proporcionalmente los medios para corregir tales errores, de modo que el margen de duda que queda en el proceso de recuperación de la redacción exacta no es tan grande como podría temerse. En realidad, es notablemente pequeño …».17

3. Se Observan las Normas Establecidas

     Los especialistas bíblicos utilizan ciertas reglas para interpretar lo que escribieron originalmente los autores del Nuevo Testamento. Así, por ejemplo, se da primacía a las primeras copias porque habría sido más fácil alterar las ediciones posteriores. La lectura más difícil se prioriza sobre los textos con lecturas más fáciles y depuradas que podrían indicar cambios realizados por los escribas en su intento de hacer el pasaje más comprensible o aceptable. Aunque la intención pudo haber sido loable, el daño está hecho. Cuando se compara una copia corregida con otras, generalmente, es fácil verlo.

4. Los Traductores de la Biblia Tienen Generalmente Integridad

     Finalmente, los traductores han trabajado mucho para verificar su autenticidad. Las dos traducciones de la Biblia que más me gustan son la Nueva Versión Internacional (NVI) y la Versión Estándar Inglesa (VEI) (ESV – English Standard Version); no sólo son más comprensibles que el inglés arcaico de la RV, sino que también son reproducciones muy precisas de los textos originales.

     A finales de la década de 1980 tuve el honor de sentarme en las clases de seminario que impartían dos importantes traductores de la NVI, el Dr. Walter W. Wessel y el Dr. Ronald Youngblood (ambos del Nuevo Testamento). A ellos les encantaba contar historias en las que detallaban la responsabilidad que consideraban que tenían a la hora de representar fielmente lo que los escritores bíblicos habían escrito originalmente. No olvidaré sus descripciones de las conversaciones que sostenían con otros especialistas del equipo de traducción sobre pasajes difíciles. En las versiones modernas, las notas a pie de página permiten considerar lecturas alternativas. Esto afirma Blomberg:

«Cualquier lector de casi todas las traducciones de la Biblia al inglés, salvo la Versión Reina Valera (RV) y la Reina Valera Contemporánea (RVC), puede consultar las notas a pie de página, o notas marginales, de su Biblia y ver la amplia variedad de las variantes más importantes e interesantes. Por desgracia, muchos lectores no consultan estas notas con suficiente frecuencia. Por supuesto, cada vez son más las personas que leen la Biblia en formato electrónico, y muchas versiones electrónicas de la Biblia ni siquiera incluyen esas notas».18

    ¿Están siempre de acuerdo estos traductores en todas las cuestiones? No. Existen diferentes formas de traducir la estructura original de las lenguas. Por lo general, los hombres y mujeres cristianos que han trabajado en traducciones inglesas modernas, como mis dos profesores, han asumido su trabajo muy seriamente.

LECTURAS ALTERNAS

     Cuando se trata de diferentes lecturas, los eruditos se esfuerzan por explicar por qué se debe preferir una a otra. Cada posibilidad se califica, y la lectura mejor valorada se incorpora al texto griego. Así lo explica Blomberg:

«La cuarta edición del Nuevo Testamento griego de las Sociedades Bíblicas Unidas contiene 1.438 de las variantes textuales más significativas en las notas a pie de página y presenta las pruebas manuscritas más importantes para cada lectura del texto en discusión. Utilizando las letras desde la A hasta la D, el comité que ha elaborado la edición también clasifica su nivel de confianza en su decisión de adoptar una lectura particular».19

     Consideremos Mateo 17:21 en la VKJ, donde se cita un versículo que registra a Jesús sanando a un muchacho poseído por un demonio: «Pero éste no sale sino con oración y ayuno». Este versículo que solo se encuentra en la VKJ es omitido del texto principal por la Sociedad Bíblica Unida (SBU). De las cuatro calificaciones (desde la A hasta la D), la omisión del versículo recibe una B, calificándola como alta. La explicación de las SBU es que el versículo puede haber sido añadido por copistas posteriores para que encajara con el relato paralelo de Marcos 9:29.20 Debido a que la evidencia apoya el caso de que estas palabras fueron adicionadas por copistas posteriores, las traducciones modernas no incluyen el versículo 21. Omitir o incluir este versículo no afecta el significado del pasaje. La omisión de este versículo es explicada por las traducciones modernas con una nota a pie de página. Si se hubiera querido ocultar algo, no habría tenido sentido plantear el tema.

     Wallace afirma que en casos excepcionales en que existan significados alternos legítimos «no se altera ninguna doctrina crucial o fundamental».21 Por ejemplo, cuando se considera la deidad de Jesús –una doctrina cristiana crucial que se tratará en el capítulo 5– «no tiene sentido decir que la deidad de Jesús no se inventó hasta el siglo IV cuando ya se tienen pruebas en manuscritos anteriores».22 F. F. Bruce añade: «Las lecturas variantes sobre las que sigue habiendo dudas entre los críticos textuales del Nuevo Testamento no afectan ninguna cuestión material de hecho histórico o de fe y práctica cristianas».23

     Incluso el difunto erudito Lloyd Anderson, quien fuera profesor de religión en la Universidad Brigham Young, propiedad de la Iglesia de los SUD, apoyó la exactitud del Nuevo Testamento:

«Uno puede estar en desacuerdo con los supuestos textuales en los que se basan algunas de las traducciones modernas del Nuevo Testamento y aun así no preocuparse demasiado por las diferencias que son inmateriales. Que un libro sea sometido al descubrimiento gradual de su historia en los manuscritos y salga con tan pocos elementos discutibles en su texto es un gran tributo a su autenticidad fundamental. En primer lugar, ningún nuevo descubrimiento de manuscritos ha producido diferencias graves en la historia fundamental. Este estudio ha desvelado las principales controversias textuales, y en conjunto estarían muy por debajo del uno por ciento del texto. Expresado de otra manera, todos los manuscritos coinciden en la corrección sustancial del 99% de todos los versículos del Nuevo Testamento. El segundo gran hecho que demuestra un estudio de este tipo es el progreso que ha puesto al mundo en posesión de manuscritos muy cercanos a la época en que fueron escritos. Hay que ser un estudioso de la historia antigua para apreciar hasta qué punto el Nuevo Testamento es superior a cualquier otro libro de su tradición manuscrita».24

CAMBIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

     Otra crítica hecha por Ehrman es que dos pasajes diferentes encontrados en Marcos y Juan no están incluidos en los manuscritos griegos más antiguos y precisos. Para demostrarlo, las traducciones inglesas modernas incluyen notas al principio de cada uno de estos pasajes:

Marcos 16:9-20 (conocido como el «final más largo de Marcos»): La nota de la Versión Estándar Inglesa explica: «Algunos de los manuscritos más antiguos no incluyen [Marcos] 16:9-20». En la nota a pie de página se ofrecen más detalles.25

Juan 7:53-8:11: Este pasaje narra la historia de Jesús y la mujer adúltera. La nota de la Versión Estándar Inglesa dice: «Los manuscritos más antiguos no incluyen 7:53-8:11».

     Wallace escribe que «el consenso de los eruditos sobre el Nuevo Testamento es que estos versículos se añadieron posteriormente a este, ya que no se encuentran en los primeros y mejores manuscritos y no encajan con la sintaxis, el vocabulario o el estilo conocidos de los autores. Estas variantes no afectan ninguna doctrina».26 La Versión Estándar Inglesa –al igual que otras versiones modernas– es honesta en su interpretación. Aunque estos dos pasajes se mantienen en el flujo narrativo, los traductores no ocultan lo que los escépticos podrían considerar pruebas vergonzosas.

     1ª Juan 5:6-8 es otro pasaje de dudosa procedencia. Este registra:

«Este es Aquel que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no solo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua, y la sangre, y los tres concuerdan».24

      Entre el versículo 7 y 8, la VKJ incluye palabras adicionales que se conocen como la «Coma Joánica»: «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra …».

     ¿Cómo llegaron a incluirse estas palabras en la VKJ? Después de todo, no hay ninguna evidencia de que se incluyeran en los primeros manuscritos griegos, sino sólo en las notas marginales de varias copias tardías del siglo XIV. Aunque no se disponía de ninguna fuente fiable en la que apoyarse, el primer Nuevo Testamento griego compilado (Textus Receptus), publicado en 1516 y utilizado por los traductores de la VKJ, incluía estas palabras adicionales.27 Como estos versículos no ofrecen un apoyo legítimo a la Trinidad, los cristianos con conocimiento de causa, no deberían utilizarlos como argumento a favor de una doctrina que se apoya fácilmente en otros pasajes.

EL JUEGO DEL TELÉFONO

     Después de que compartí gran parte de esta información con Dave, quedó claro que no se dejaría convencer fácilmente. Decidió introducir una ilustración utilizada por muchos ateos llamada «el juego del teléfono» para negar la fiabilidad en la transmisión de la Biblia. Dijo: «¿Conoces ese juego al que jugábamos de niños en el que alguien susurra al oído una frase a otra persona? Cada jugador se comunicaba con el siguiente de la fila, y así sucesivamente. El último de la fila transmite a todos el mensaje que ha oído, el cual, suele ser confuso en comparación con la declaración original». Después de esperar unos segundos, preguntó con una amplia sonrisa: «¿Cómo puede estar convencido de que el mensaje original escrito por los escritores bíblicos fue copiado con exactitud copia tras copia?».

     Es una acusación grave sugerir que el mensaje de la Biblia se desvirtuó con el tiempo. La principal diferencia en la ilustración del juego del teléfono, es que aquí, la información es transmitida oralmente, mientras que los ejemplares del Nuevo Testamento eran transmitidos de forma escritural. En el juego, los jugadores basan la información en lo que les ha dicho oralmente el jugador anterior, de manera que la memoria de cada jugador (o la falta de ella) puede afectar al resultado. Los eruditos bíblicos cuentan con una ventaja, ya que disponen de múltiples registros escritos del texto y no tienen que depender de la memoria de nadie.

     El apologista cristiano Greg Koukl presenta una ilustración de la «receta del elixir de la tía Sally» que proporciona una respuesta válida a la ilustración del juego del teléfono:

«Imagina que tu tía Sally obtiene en sueños la receta de un elixir que preserva su juventud. Cuando se despierta, escribe las complejas instrucciones en una hoja de papel y corre a la cocina a preparar su primer lote de ‘El Elixir Secreto de Sally’. En pocos días, su imagen es transformada y ahora, es una joven radiante.   La tía Sally está tan entusiasmada que escribe a mano las instrucciones detalladas enviándoselas a sus compañeros de juegos de carta (la tía Sally aún está en la época donde no existe tecnología, sin fotocopiadora ni correo electrónico). A su vez, sus compañeros hacen copias para diez de sus amigos.   Todo va bien hasta que un día el perro schnauzer de la tía Sally se come el guion original. Presa del pánico, se pone en contacto con sus amigos, que misteriosamente han sufrido percances similares. La alarma se dispara entre aquellos que recibieron copias de sus compañeros de juego con la intención de recuperar la redacción original».

El Juego del Teléfono vs. La Transmisión del Texto del Nuevo Testamento

Cada persona en la cadena, transmite el mensaje a una sola persona. Los manuscritos fueron copiados múltiples veces, resultando en una red compleja de relaciones.
   
Un cambio introducido por cualquier persona se propagará a toda la cadena. Un cambio introducido por un escriba afectará solo una parte de la tradición manuscrita.
   
El mensaje solo se reporta por la última persona al final de la cadena. El texto está certificado en más de 5.000 manuscritos griegos, algunos tan tempranos como el 2º siglo.
   
El mensaje original se PERDIÓ. El mensaje original es PRESERVADO.

 El gráfico es usado con permiso de Murray Vasser, del Seminario Asbury (www.murrayvasser.com)

Al reunir todas las 26 copias manuscritas que quedan y extenderlas sobre la mesa de la cocina, Sally, observa enseguida, que existen diferencias. Veintitrés de las copias son prácticamente iguales, salvo por las palabras mal escritas y las abreviaturas que abundan en el texto. Sin embargo, de las tres restantes, una enumera los ingredientes en un orden diferente al original, otra tiene dos frases invertidas (‘mezclar y luego picar’ en lugar de ‘picar y luego mezclar’). Otra, incluye un ingrediente que no se menciona en ninguna otra lista.   ¿Cree usted que la tía Sally puede reconstruir con precisión su receta original a partir de estas pruebas? Por supuesto que puede. Las faltas de ortografía y las abreviaturas no tienen importancia, así, como tampoco, la tiene el orden de los ingredientes en la lista (todas esas variaciones equivalen a lo mismo). Se destaca la única frase invertida, la cual puede ser arreglada fácilmente, debido a que no se puede mezclar algo que no se ha picado previamente. Entonces, Sally eliminaría el ingrediente extra, ya que es más probable que una persona lo haya añadido por error a que 25 lo hayan omitido accidentalmente.   Aunque las variaciones fueran mayores y variadas, el original podría reconstruirse con un alto nivel de confianza utilizando suficientes copias y algo de sentido común».28

     Además, los jugadores del juego del teléfono no están motivados por la precisión. Entre más confusa sea la declaración del último jugador, más divertido será para todos. A diferencia de los escribas que copiaron minuciosamente las palabras de la Biblia que estaban motivados por la exactitud. No por el entretenimiento jocoso, sino porque entendían que su trabajo era crítico para comunicar el mensaje de Dios a la humanidad. Por lo tanto, comparar el juego del teléfono con la transmisión de la Biblia es comparar manzanas con naranjas.

     Dave no parecía convencido, así que decidí utilizar un argumento más para demostrar por qué no son necesarios los manuscritos originales del Nuevo Testamento.

     «Si los autógrafos de la Biblia existieran hoy, ¿quién cree que poseería la mayoría de ellos, si no todos?».

     Pensó por unos segundos y respondió: «¿El Louvre? ¿O el Museo Británico?».

     «Tal vez. ¿Pero no sería un candidato más probable, la Iglesia Católica Romana?».

     Le expliqué cómo el principal factor de influencia del cristianismo a lo largo de los siglos fue una organización religiosa que hizo gala de una gran fuerza política y financiera durante cientos de años. Puede que esta iglesia no tenga tanto poder político como lo tuvo en el pasado, pero sigue siendo el líder del cristianismo organizado. En lo que respecta a su riqueza, visite la Ciudad del Vaticano, situada en Roma, y recorra sus maravillosos museos repletos de miles de obras de arte de valor incalculable, ¡incluidas pinturas en las paredes y techos!

     No cabe duda de que los dirigentes de la Iglesia católica romana habrían estado interesados en cualquiera de los autógrafos. De hecho, posee una de las tres copias del Nuevo Testamento más precisas del mundo, el Codex Vaticanus, que debe su nombre al estado independiente más pequeño del mundo (Ciudad del Vaticano), controlado por esta iglesia.

     Le propuse a Dave: «Supongamos que la Iglesia Católica es la propietaria de alguno de los autógrafos. ¿Sería posible que, a lo largo de los años, historiadores católicos corruptos o teólogos fieles a su iglesia hicieran sus propios cambios en los originales? Nadie podría confiar plenamente en estos manuscritos. Por otro lado, disponer de miles de copias de los textos del Nuevo Testamento permite comprobar y volver a verificar, lo que es mejor que si sólo se dispusiera de los autógrafos. Deme a elegir entre los originales y las copias, y siempre elegiré las copias».

     Aunque Dave no lo sabía, su afirmación, de que los manuscritos originales son necesarios para que se pueda confiar en la Biblia, resulta en un gran problema para la Iglesia de los SUD. Decidí plantear este punto.

     Pregunté: «Por otra parte, ¿qué hay de las planchas de oro ‘egipcias reformadas’ del Libro de Mormón? Por así decir, ¿sus autógrafos». Proseguí: «Estos originales ya no están disponibles porque José Smith afirmó que le devolvió las planchas al ángel Moroni después de haber terminado su traducción al inglés el 30 de junio de 1829. ¿Cómo pudieron entonces, los líderes de la iglesia de los SUD alterar miles de palabras en el Libro de Mormón durante los últimos años sin la ayuda de los autógrafos que contenían las planchas de oro? Parece bastante incierto hacer esto sin ninguna fuente como apoyo».

     Dave me permitió terminar mi argumento.

     «Como no tenemos las planchas de oro, ¿significa esto que los Santos de los Últimos Días sólo deben creer en el Libro de Mormón ‘en la medida en que esté traducido correctamente’? Si se quiere criticar a la Biblia por la falta de autógrafos, parece justo que se aplique la misma consideración al Libro de Mormón».

     Aunque no lo mencioné, también se podría haber hecho referencia a la Traducción de la Biblia, por José Smith, debido a que él creó su propia «traducción» para corregir los supuestos errores en la Biblia. Entre este añadir y quitar, incluyó más de una docena de versículos al último capítulo del Génesis para justificar una supuesta profecía sobre sí mismo. Ninguno de sus cambios está respaldado por la evidencia textual. No obstante, Smith afirmó que terminó su versión el 2 de julio de 1833.29

     Si Smith era realmente un profeta que tenía la capacidad de traducir la Biblia sin contar con los manuscritos, su versión debería considerarse un regalo del cielo. Sin embargo, los líderes de la Iglesia de los SUD nunca han aprobado ni publicado oficialmente esta versión. De hecho, muchos Santos de los Últimos Días ni siquiera poseen un ejemplar.30 No utilizar o promover activamente esta versión parece sospechoso si Smith fue realmente un profeta de Dios que, como creen los mormones, tenía la capacidad de traducir las escrituras.

TRATANDO CON APARENTES CONTRADICCIONES DE LA BIBLIA

     La conversación con Dave había transcurrido bien, pero tenía una pregunta más.

     Preguntó: «¿Qué pasa con las contradicciones de la Biblia? Si un pasaje contradice a otro, es claro que debe haber un problema y esta, no debe considerarse digna de confianza».

     Le expliqué a Dave que el contexto de cada pasaje debe considerarse. En caso de duda, el lector descubrirá que, en la mayoría de los casos, el contexto inmediato responde a todo aquello que pudiera parecer una «contradicción». Además, es de esperar que los relatos de los testigos ofrezcan perspectivas diferentes. Cuando los detectives de la policía acuden a la escena de un crimen, su trabajo consiste en separar a los testigos y escuchar de ellos, la versión de cada uno de los hechos. Si sus testimonios coinciden exactamente, esto suele ser señal de complot. Por el contrario, se espera que sus puntos de vista difieran ligeramente.

     Otra consideración es reconocer cuándo el lenguaje es de carácter excepcional y no técnico. Millard Erickson escribe: «Cuando el meteorólogo en las noticias de la noche dice que el sol saldrá la mañana siguiente a las 6:37, desde un punto de vista estrictamente técnico, ha cometido un error, ya que se sabe desde la época de Copérnico que el sol no se mueve, la tierra sí. Sin embargo, esta expresión popular no plantea ningún problema. De hecho, incluso en los círculos científicos el término amanecer se ha convertido en una especie de modismo».31 Por otro lado, los números de la Biblia a veces se redondean hacia arriba o hacia abajo. Erickson informa:

«Pongamos un caso hipotético en el que la Biblia registra una batalla en la que participaron 9.476 hombres. ¿Cuál sería entonces un registro correcto (o infalible)? ¿10.000 sería el número correcto? ¿9.000? ¿9.500? ¿9.480? ¿9.475? ¿O el correcto sería 9.476? La respuesta dependería de la finalidad del texto. Si el registro es un documento militar oficial que un oficial debe presentar a su superior, el número debe ser exacto. Sólo así se puede saber si hubo desertores. En cambio, si lo que se pretende es dar una idea de la magnitud de la batalla, una cifra redonda como 10.000 es adecuada y, en este caso, correcta».32

     Los escépticos introducen aparentes contradicciones para confundir a los cristianos. En mrm.org encontrará varios recursos que pueden resultarle útiles a la hora de analizar ejemplos comunes:

     Cada uno de los siguientes libros son herramientas útiles que enumeran los pasajes problemáticos en el orden bíblico:

  • Josh y Sean McDowell, «Manual para Entender Versículos Difíciles de la Biblia» (en inglés, The Bible Handbook of Difficult Verses: A Complete Guide to Answering the Tough Questions [Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2013]).
  • Norman L. Geisler y Thomas Howe, «El Gran Libro De Las Dificultades De La Biblia: Respuestas Claras Y Concisas Desde El Génesis Hasta El Apocalipsis» (en inglés, The Big Book of Bible Difficulties: Clear and Concise Answers from Genesis to Revelation [Grand Rapids, MI: Baker Books, 2008]).
  • Walter C. Kaiser Jr., Peter H. Davids, F. F. Bruce, y Manfred T. Brauch, Hard Sayings of the Bible (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1996).
  • Norman Geisler y Ron Rhodes, When Cultists Ask: A Popular Handbook on Cultic Misinterpretations (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1997).

PRESENTANDO UN DESAFÍO RAZONABLE

          Como ya hemos señalado, o la Biblia es lo que dice ser –palabras reveladas de la mente de Dios– o es un fraude. No existe término medio. Cada quien debe investigar y decidir por sí mismo.

     El propósito previsto de estos dos primeros capítulos ha sido explicar por qué es crucial contar con una norma para las creencias cristianas (la Biblia) para así creer y actuar de acuerdo con los principios establecidos por Dios. Lamentablemente, muchos que pertenecen al mundo mediático, educativo y del entretenimiento quieren que los cristianos eliminen esta autoridad para poder «seguir sus corazones». Sin embargo, Jeremías 17:9 registra:

«Más engañoso que todo es el corazón,

Y sin remedio;

¿Quién lo comprenderá?».

     Confiar en nuestra propia forma de pensar no hace más que confundir nuestra moral convirtiendo la búsqueda de Dios en una prioridad perdida. La Palabra de Dios es minimizada al tiempo que la cosmovisión bíblica es objeto de burla. Es difícil convivir con una cultura tan opuesta que no acepta la Palabra de Dios como norma de cómo la humanidad ha de pensar y vivir. Thaddeus Williams explica este dilema:

«Una de las cosas más crueles que se les puede hacer a los jóvenes es decirles que sigan su propio corazón. Poco a poco, la moral que conduce nuestras historias ha ido cambiando. Se acabó aquello de no seas egocéntrico como la bruja de Blancanieves, el Capitán Garfio de Peter Pan, Jafar de Aladino o Scar de El Rey León. En su lugar, sé valiente por el bien de los demás, como Pinocho enfrentándose a Monstro o el Príncipe Encantador matando al Dragón. Como Cenicienta o Blancanieves, vence la maldad con bondad. Esas verdades eternas fueron sustituidas por un falso evangelio desorientador de sé fiel a ti mismo, sigue tu corazón y no dejes que nadie te diga quién o cómo ser. Jesús dijo: ‘Cualquiera que haga pecar a uno de estos pequeñitos que creen en Mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar’, donde Pinocho no estará en tu camino para salvarte».33  

      Durante el tiempo que pasamos juntos, Dave y yo abordamos temas importantes. Cuando nuestra conversación llegaba a su fin, quise plantearle un reto.

     «Segunda a Timoteo 2:15 dice que debemos presentarnos a Dios como un ‘obrero’ sin ser avergonzado, que ‘maneja con precisión la palabra de verdad’». Le dije: «Le reto para que usted solo lea la Biblia, sin seguir un plan de lectura de los SUD o aferrarse a ideas preconcebidas. Compruebe por sí mismo lo que dice la Biblia. Es una herramienta poderosa».

     Muchos Santos de los Últimos Días que conozco admiten que pasan más tiempo leyendo el Libro de Mormón que la Biblia. Por eso le recomendé a Dave que leyera el Evangelio de Juan, que ofrece una magnífica visión general de la vida de Jesús. Le dije, que en la epístola a los Romanos podría encontrarse una visión metódica de la salvación.34 Es una poderosa estrategia apologética desafiar a los mormones a que lean la Biblia por su cuenta, especialmente el Nuevo Testamento.

     Me gusta preguntarles a ellos si alguna vez han leído una versión moderna de la Biblia, ya que se supone que técnicamente sólo deben utilizar la VKJ. No hay nada malo con esta versión, pero para muchos es difícil (¡incluyéndome!) entender el lenguaje utilizado hace varios cientos de años.35 Si no disponen de una traducción moderna, considere la posibilidad de comprarles un ejemplar de la Biblia. También sugiérales que visiten, BibleGateway.com, que ofrece acceso gratuito a diversas versiones en inglés y español. Explique cómo la Biblia puede leerse incluso utilizando una aplicación en un teléfono inteligente. A muchos buscadores serios de la verdad les ha cambiado radicalmente la vida leer con la mente y el corazón abiertos.36 A mí me ha pasado.

     En el momento apropiado, me gusta ofrecerle a una persona la oportunidad de orar conmigo si se decide por Cristo, incluso si estamos parados en una acera pública a la vista de los transeúntes. En 1972, tomé la decisión personal de seguir a Cristo respondiendo a la invitación en una cruzada televisiva ofrecida por el difunto Billy Graham. Mientras Graham me guiaba, repetí la «oración del pecador». Tenga cuidado, ya que cualquier oración –por elocuente que suene– nunca debe considerarse una fórmula mágica o un requisito divino. Como lo explica Wayne Grudem:

«Puesto que la fe personal en Cristo debe implicar una decisión real de la voluntad, a menudo es muy útil expresar esa decisión con palabras, y esto podría tomar muy naturalmente la forma de una oración a Cristo en la que le contamos nuestra tristeza por el pecado, nuestro compromiso de abandonarlo y decisión de depositar realmente nuestra confianza en Él. En sí misma, una oración así no nos salva, pero la actitud del corazón que esta representa sí constituye una verdadera conversión, y la decisión de pronunciarla puede ser a menudo el punto en el que una persona llega verdaderamente a la fe en Cristo».37

     Si bien, Dave no estaba dispuesto a comprometerse, le agradecí esta conversación cordial. Nos despedimos y, mientras se alejaba, sólo podía desearle que reflexionara sobre las cosas de las que habíamos hablado.

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

  1. ¿Cree usted que un escéptico se convencería de la fiabilidad de la Biblia si realmente existieran autógrafos de los libros bíblicos? ¿Por qué sí o no?
  2. Si bien la VKJ incluye la versión más larga de 1ª Juan 5:6-8, las versiones inglesas modernas de la Biblia ponen las palabras controvertidas en una nota a pie de página. ¿Por qué estos traductores modernos decidieron hacer esto en lugar de mantener las palabras como apoyo a la Trinidad?
  3. ¿Qué tiene que ver el juego del teléfono con la exactitud de la Biblia? ¿Cuál sería una buena respuesta a alguien que utiliza este ejemplo para demostrar que la Biblia no es digna de confianza?
  4. Para apoyar la posición de los Santos de los Últimos Días en una serie de doctrinas, se utilizan diferentes textos de prueba bíblicos. ¿Cuáles son algunos de los aspectos a considerar cuando un SUD utiliza un versículo para respaldar su punto de vista?
  5. Supongamos que le pide a su amigo mormón que lea la Biblia en una traducción moderna para que sea más fácil entenderla. ¿Cuál cree que sería su reacción? Si su amigo estuviera de acuerdo, ¿qué libro de la Biblia sería un buen punto de partida? ¿Por qué?

FUENTES RECOMENDADAS

Recursos Para Principiantes

J. Warner Wallace, Cristianismo: Caso Resuelto (Un detective de homicidios investiga las afirmaciones de los Evangelios) (en inglés, Cold-Case Christianity: A Homicide Detective Investigates the Claims of the Gospels [Colorado Springs, CO: David C. Cook, 2013]).

Recursos Para el Nivel Intermedio

John Ankerberg y Dillon Burroughs,

Tomando una Posición por la Biblia: Los Principales Expertos de Hoy Responden Preguntas Críticas Acerca de la Palabra de Dios (en inglés, Taking a Stand for the Bible [Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2009]).

Gordon Fee y Douglas Stuart, Cómo leer la Biblia con todo su valor (en inglés, How to Read the Bible for All Its Worth [Grand Rapids, MI: Zondervan, 1982]).

Recursos Avanzados

F.F. Bruce, The New Testament Documents: Are They Reliable? (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 1981).

CAPÍTULO 2 – EL NUEVO TESTAMENTO CONFIABLE Y FIDEDIGNO

  1. Por ejemplo, Ehrman ha producido programas populares de varios episodios para Great Courses, entre ellos, Historia de la Biblia (History of the Bible), Historia del Nuevo Testamento (History of the New Testament) y el bestseller, Cómo Jesús se convirtió en Dios (How Jesus Became God), ninguno de los cuales es recomendable.
  2. No tenemos espacio para cubrir completamente las enseñanzas de Bart Ehrman, pero se recomienda el apéndice 705-22 («Responding to the Challenges of Bart Ehrman») en Josh y Sean McDowell, Evidencia que demanda un veredicto (en inglés, Evidence that Demands a Verdict [Nashville, TN: Thomas Nelson, 2017]). Los McDowell dicen que los «argumentos de Ehrman que intentan socavar la deidad de Cristo y el valor de los textos del Nuevo Testamento pueden y deben ser cuestionados por sus significativas deficiencias. En conjunto, sus argumentos no ponen en entredicho en modo alguno la exactitud del Nuevo Testamento ni las afirmaciones tradicionales del cristianismo».
  3. John MacArthur y Richard Mayhue, «Doctrina Bíblica», Nueva Teología Sistemática (en inglés, Biblical Doctrine [Wheaton, IL: Crossway, 2017]), 111-12. Cursiva en el original.
  4. Darrell L. Bock y Daniel B. Wallace, Destronar a Jesús: Exponiendo la búsqueda de la cultura popular para derrocar al Cristo bíblico (en inglés, Dethroning Jesus: Exposing Popular Culture’s Quest to Unseat the Biblical Christ [Nashville, TN: Thomas Nelson, 2007]), 46. Es posible que los copistas que utilizaron alguno de los autógrafos como fuente no tuvieran un cuidado especial (por ejemplo, usar guantes, desinfectar la zona donde reposaba el manuscrito, evitar la luz solar directa) para prolongar la vida de estos pergaminos. Nunca lo sabremos.
  5. Lee Strobel, El Caso del Jesús Real: Un Periodista Investiga los Ataques Actuales a la Identidad de Cristo (en inglés, The Case for the Real Jesus: A Journalist Investigates Current Attacks on the Identity of Christ [Grand Rapids, MI: Zondervan, 2011]), 73. La elipsis es mía.
  6. F. F. Bruce, Los documentos del Nuevo Testamento: ¿son confiables? (en inglés, The New Testament Documents: Are They Reliable? [Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1981]), 10. La elipsis es mía.
  7. Daniel Wallace en Nabeel Qureshi, Buscando a Alá, encontrando a Jesús: un musulmán devoto se encuentra con el cristianismo (en inglés, Seeking Allah, Finding Jesus: A Devout Muslim Encounters Christianity [Grand Rapids, MI: Zondervan, 2016]), 305.
  8. Bock y Wallace, Destronar a Jesús (en inglés, Dethroning Jesus, 49).
  9. ibíd., 50.
  10. Daniel Wallace en Apéndice 1Poner a Prueba el Nuevo Testamento» en Qureshi, Buscando a Alá, encontrando a Jesúsin Appendix 1Testing the New Testament»]), in Qureshi’s Seeking Allah, Finding Jesus, 305.
  11. ibíd.
  12. Craig L. Blomberg, ¿Podemos seguir creyendo en la Biblia?: Un compromiso evangélico con preguntas contemporáneas (en inglés, Can We Still Believe the Bible? An Evangelical Engagement with Contemporary Questions [Grand Rapids, MI: Brazos Press, 2013]), 18.
  13. Norman L. Geisler, Enciclopedia Baker de Apologética Cristiana (en inglés, Baker Encyclopedia of Christian Apologetics [Grand Rapids, MI: Baker Books, 1999]), 537.
  14. El sitio web de la Iglesia de los SUD sostiene que muchos libros bíblicos pueden haber «quizás incluso [sido] destruidos voluntariamente» (churchofjesuschrist.org/study/scriptures/bd/canon?lang=eng). No existen pruebas de esta afirmación.
  15. Blomberg, ¿Podemos seguir creyendo en la Biblia? (en inglés, Can We Still Believe the Bible?), 27. Cursivas en el original.
  16. Wallace en Qureshi, Buscando a Alá, encontrando a Jesús (en inglés, in Qureshi, Seeking Allah, Finding Jesus), 306.
  17. F. F. Bruce, Los documentos del Nuevo Testamento: ¿son confiables? (en inglés, The New Testament Documents: Are They Reliable? [Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1981]), 14-15.
  18. Blomberg, ¿Podemos seguir creyendo en la Biblia? (en inglés, Can We Still Believe the Bible?), 15.
  19. ibíd., 17.
  20. Bruce M. Metzger, Un comentario textual sobre el Nuevo Testamento griego (en inglés, A Textual Commentary on the Greek New Testament [Germany: United Bible Societies, 1971]), 43.
  21. Wallace en Lee Strobel, El Caso del Jesús Real: Un Periodista Investiga los Ataques Actuales a la Identidad de Cristo (en inglés, The Case for the Real Jesus: A Journalist Investigates Current Attacks on the Identity of Christ [Grand Rapids, MI: Zondervan, 2011]), 89.
  22. ibíd., 97.
  23. F. F. Bruce, Los documentos del Nuevo Testamento: ¿son confiables? (en inglés, The New Testament Documents: Are They Reliable? [Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1981]), 14-15.
  24. «Manuscript Discoveries of the New Testament in Perspective», Papers of the Fourteenth Annual Symposium on the Archaeology of the Scriptures, presentado el 13 de abril de 1963, 57-58.
  25. Es importante señalar que el Libro de Mormón, en Mormón 9:23-24, cita Marcos 16:16-18 palabra por palabra. Estos versículos no se incluyen en ningún otro Evangelio.
  26. Wallace en Qureshi, Buscando a Alá, encontrando a Jesús (en inglés, in Qureshi, Seeking Allah, Finding Jesus), 307.
  27. Para obtener una visión general de este tema por Daniel Wallace, consulte bible.org/article/textual-problem-1-john-57-8.
  28. Greg Koukl, «¿’Citando mal’ a Jesús? Respondiendo a Bart Ehrman» (en inglés, «‘Misquoting’ Jesus? Answering Bart Ehrman», str.org/w/-misquoting-jesus-answer ing-bart-ehrman. Timothy Paul Jones responde a las afirmaciones de Ehrman en su obra de refutación titulada «Misquoting Truth: A Guide to the Fallacies of Bart Ehrman’s ‘Misquoting Jesus’» (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2007).
  29. B. H. Roberts, ed., History of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints (Salt Lake City, UT: Deseret Book Company, 1976), 1:368.
  30. Para más información sobre la traducción de José Smith, visite mrm.org/jst-passion-week.
  31. Millard J. Erickson, Christian Theology (Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1986) 1:237. Cursiva en el original.
  32. ibíd., 1:236.
  33. Thaddeus J. Williams, Enfrentar la injusticia sin comprometer la verdad: 12 preguntas que los cristianos deben hacer sobre la justicia social (en inglés, Confronting Justice Without Compromising Truth: 12 Questions Christians Should Ask About Social Justice [Grand Rapids, MI: Zondervan Academic, 2020]), 203-4. Cursivas en el original.
  34. Para una guía de estudio sobre Romanos, véase mrm.org/romans-road.
  35. Para más información sobre este tema, véase «Why a Modern Translation of the Bible Can be Beneficial», mrm.org/ modern-translation.
  36. Considere la historia de Micah Wilder, a quien un pastor le dijo, siendo misionero mormón en Florida, que leyera la Biblia como un niño pequeño. Micah leyó el Nuevo Testamento más de una docena de veces durante su misión en los dos años siguientes y acabó convirtiéndose al cristianismo. Esta historia increíble se encuentra en Pasaporte al cielo: La verdadera historia de un celoso misionero mormón que descubre al Jesús que nunca conoció (en inglés, Passport to Heaven: The True Story of a Zealous Mormon Missionary Who Discovers the Jesus He Never Knew [Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2021]). Es altamente recomendable.
  37. Wayne Grudem, Teología Sistemática: Una Introducción a la Doctrina Bíblica (en inglés, Systematic Theology: An Introduction to Biblical Doctrine [Grand Rapids, MI: Zondervan Academic, 1994]), 717. Cursivas en el original.

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