Article Categories

Capítulo 6

Presentando el Chistianismo a los Mormones Capítulo 6

Mira el indice del PRESENTANDO EL CRISTIANISMO A LOS MORMONES  por Eric Johnson

Capítulo 6

LA RESURRECCIÓN

La Piedra Angular del Cristianismo

«Hablando el ángel, dijo a las mujeres: ‘Ustedes, no teman; porque yo sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado. 6 No está aquí, porque ha resucitado, tal como Él dijo. Vengan, vean el lugar donde estaba puesto’».

Mateo 28:5-6

RESUMEN DEL CAPÍTULO

En vez de ser una deidad distante, Dios mismo se involucra en los asuntos de la humanidad. Debido a que Él es todopoderoso, es posible que interfiera en las leyes naturales para cumplir Su voluntad. A diferencia de los juegos ilusionistas a manos de los magos, los milagros son reales y sirven para glorificar a Dios. Si los milagros pueden suceder, es posible entonces que Él mismo resucitara de entre los muertos. De hecho, la evidencia muestra que Jesús Hombre sufrió una muerte atroz en la cruz, como está profetizado en el Antiguo Testamento para luego resucitar de entre los muertos. Aunque se han creado diversas teorías para explicar lo que ocurrió con el cuerpo de Jesús, ninguna es creíble, aparte del milagroso relato de la resurrección detallado en la Biblia.

El clérigo islámico (llamado imán) se dirigía a los estudiantes de mis clases cristianas de Biblia en la escuela secundaria quienes me habían acompañado en un viaje de estudios opcional a su mezquita en San Diego, California. Después de una presentación de una hora, quiso saber si alguno de los treinta adolescentes tenía preguntas. Un alumno decidió pedirle que describiera su visión de Jesús.

Él respondió: «Debe comprender que Isa [Jesús] —La Paz Sea Con Él1— es muy importante para nosotros. Pero no creemos que deba ser considerado igual que Dios. Esa es una opinión errónea. Una persona que afirme tal cosa comete blasfemia (shirk). Como le habrán enseñado, a él no lo mataron en una cruz y ciertamente no resucitó de entre los muertos».

Continuó: «Las creencias cristianas acerca de este tema son mentiras que provienen de escrituras corrompidas. Nuestra escritura, el Corán es la perfecta revelación de Alá para nosotros hoy».

Una estudiante levantó la mano preguntando: «¿Qué evidencia tiene de que Jesús no fue muerto en la cruz?».

El imán citó Surah 4:157 en el Corán. Primero en árabe y luego en inglés. Este se lee así: «Y dijeron (en jactancia): ‘Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Alá’ —pero no lo mataron, ni lo crucificaron, sino que así se les hizo parecer, y los que difieren en esto están llenos de dudas sin ningún conocimiento (cierto), sino sólo una conjetura a seguir, porque de seguro no lo mataron».2

 Prosiguió: «Probablemente Isa vivió varios años más en Egipto antes de que Alá lo llamara al cielo. Pero él no murió en la cruz».

La estudiante no se dejó intimidar por la respuesta y preguntó: «¿Cómo explica que la Biblia registra que tanto los discípulos como Su madre vieron a Jesús colgado en la cruz?».

«Nadie lo sabe. Tal vez Alá quiso engañar a los ignorantes e impíos haciendo que un traidor se pareciera a Isa».

El imán sostenía la teoría de que el apóstol Judas –más conocido por haber traicionado a Jesús la noche anterior– podría haber sido el verdadero crucificado.3 De acuerdo a este líder del islam, los cristianos blasfemaban al adorar a un traidor, no a un Salvador. También hizo una referencia fuera de tema acerca de los cruzados de la Edad Media que, según dijo, cometieron muchas atrocidades contra los musulmanes y cuyo emblema en sus escudos era la cruz.

Es una vergüenza que los musulmanes rechacen tan fácilmente el cristianismo por una serie de complicados acontecimientos que tuvieron lugar hace mil años.4 Independientemente de cualquier culpa, ningún cristiano que conozco diría que el cristianismo debe promoverse por medios violentos. En Juan 18:36, Jesús dijo: «Mi reino no es de este mundo. Si Mi reino fuera de este mundo, entonces Mis servidores pelearían para que Yo no fuera entregado a los judíos. Pero ahora Mi reino no es de aquí».

Si la muerte y resurrección de Jesús fueron acontecimientos históricos, entonces, las evidencias se deberían considerar por cada buscador de la verdad. Este será el tema central de este capítulo.

EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS

Con respecto a la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, el apóstol Pablo resumió los acontecimientos en 1ª Corintios 15:3-8, que probablemente fueron utilizados en un credo de la iglesia neotestamentaria «en los primeros cinco años después de la muerte de Jesús»5 y antes del 40 d. C. cuando el Nuevo Testamento ¡no había sido todavía recopilado! Los hechos registrados incluyen:

  • «… que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras …»
  • «… que fue sepultado …»
  • «… y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras …»
  • «… que se apareció a Cefas y después a los doce»
  • «Luego se apareció a más de 500 hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen»
  • «Después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles»
  • «… se me apareció también a mí»

Si la resurrección no sucedió, la historia del cristianismo no podría sostenerse. Como un agujero en un suéter, se deshilacharía rápidamente. En el versículo 14, Pablo escribió que, «y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de ustedes». En los versículos 15 al 18 escribe que: «… somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que Él resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es falsa; todavía están en sus pecados. 18 Entonces también los que han dormido[k] en Cristo están perdidos». El versículo 19 agrega que si la resurrección de Jesús es fraudulenta, los cristianos serían «los más dignos de lástima».

Charles Spurgeon, en un sermón dado el 29 de marzo de 1891 proclamó:

«Si me preguntan dónde se ve más la gloria de Dios, no señalaré la creación, ni la providencia; sino a la resurrección de Jesús de entre los muertos. Es cierto que en el silencio del sepulcro no había espectadores, pero Dios mismo estaba allí. Una vez cumplida la hazaña, fueron muchos los que contemplaron Su gloria; y cuando al final de Su estadía abajo ascendió más allá de las nubes, todo el cielo salió a Su encuentro para contemplar al vencedor de la muerte y del infierno. En Su resurrección, la gloria de Dios quedó al descubierto».6

Si Jesús no resucitó de entre los muertos, las consecuencias son inmensas, como describen los eruditos Gary Habermas y Michael Licona:

«Cualquiera puede reclamar lo que sea. Jesús afirmó que afirmaba la verdad de Dios. Cuando alguien hace una afirmación tan elevada, con razón los críticos piden evidencias. Los críticos de Jesús le pidieron una señal, y dijo que les daría una: Su resurrección. Es la prueba por la que podemos saber que decía la verdad. Tal prueba histórica de la verdad es exclusiva del cristianismo. Si Jesús no resucitó de entre los muertos, fue un falso profeta y charlatán a quien ninguna persona racional debería seguir. Por el contrario, si resucitó de entre los muertos, este hecho confirmaba Su afirmación radical».7

Por tanto, la historicidad de la resurrección de Jesús, es crucial para que el cristianismo sea tomado en serio. Cuando los Santos de los Últimos Días abandonan su iglesia y se vuelven al ateísmo o al agnosticismo, este tema me parece poderoso para confrontarlos con su incredulidad. Si la resurrección es cierta, entonces el cristianismo está validado. Si no, entonces el cristianismo puede ser ignorado. Es así de sencillo.

LA POSIBILIDAD DE LOS MILAGROS

Antes de continuar, es importante determinar si los milagros son realmente posibles. Wayne Grudem define un milagro como «un tipo menos común de actividad de Dios en la que suscita el asombro y la admiración de la gente y da testimonio de Sí mismo».8 Los acontecimientos bíblicos sobrenaturales confirman los mensajes de los profetas, apóstoles y otros representantes de Dios.

En el Antiguo Testamento, las diez plagas provocadas por Dios atormentaron a los egipcios y culminaron con la muerte de todos los primogénitos niños y animales (Éxodo 11-12). Las murallas de Jericó cayeron después de que los israelitas marcharan alrededor de la ciudad (Josué 5:13-6:27). Elías salió victorioso del Monte Carmelo cuando Dios aceptó su sacrificio y rechazó la ofrenda de los falsos profetas de Baal (1º Reyes 18:16-46). Podrían citarse muchos otros acontecimientos.

Los milagros también jugaron un papel importante en el ministerio de Jesús. Como dice Norman Geisler: «Los del Nuevo Testamento captan particularmente nuestra atención, porque están bien atestiguados y revelan a Jesucristo en Su poder sobre Satanás, la enfermedad y la tumba. El Nuevo Testamento muestra que el poder permanente de Cristo estaba presente en la naciente iglesia».9 Los gobernantes judíos reconocieron en Juan 3:1-2 que los milagros confirmaban la autoridad divina de Jesús.

Pedro, en Hechos 2:22 predicó que Jesús era «varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de Él, tal como ustedes mismos saben». Y Hebreos 2:3-4 registra: «¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron. Dios testificó junto con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones repartidos del Espíritu Santo según Su propia voluntad».

No todos los milagros por Jesús fueron registrados. Juan 20:30-31 dice: «Y muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de Sus discípulos, que no están escritas en este libro; 31 pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, al creer, tengan vida en Su nombre». En la iglesia temprana, docenas de milagros están registrados incluyendo: las sanidades a personas enfermas (Hechos 3:1-10; 5:12-16), la apertura de puertas en prisiones (Hechos 5:19; 12:7; 16:25-26) y aun la resurrección de entre los muertos (Hechos 20:7-12).

Los milagros fueron negados por el escéptico del siglo XVIII David Hume, que pensaba que estos hechos eran demasiado increíbles para ser creídos. Aquellos que rechazan los milagros les gusta plantear esta pregunta desafiante: «Si Dios puede hacer todas las cosas, ¿podría hacer una roca tan grande que no pudiera moverla?». Cuidado con caer en este círculo vicioso. Como escribe Millard Erickson: «Él solo puede hacer lo que es propio de Su poder. Por lo tanto, no puede hacer lo lógicamente absurdo o contradictorio».10 De hecho, existen algunas cosas que Dios no puede ni hará, incluyendo:

  • romper Sus promesas (Romanos 4:20-21; Hebreos 10:23)
  • mentir (Números 23:19; Hebreos 6:17-18)
  • ser tentado por lo malo (Santiago 1:13)
  • dejar de ser Dios /Salmo 90:2)
  • pecar (1ª Juan 1:5; 3:3-5)
  • crear otro Dios verdadero (Isaías 44:6-8)

Preguntar si Dios puede hacer una roca tan grande que no pudiera mover, es una falacia de categoría. Es como preguntar a qué huele el color azul o qué sabor tiene. El azul es algo que se ve; no se huele ni se saborea. Para jugar con la mente del escéptico, en más de una ocasión, he respondido: «Sí, Dios pudiera hacer una roca tan grande que no pudiera moverla. Y entonces ¡la movería!». Después de todo, ¡dos pueden jugar este juego mental!

La creencia de que Dios es incapaz (o no está dispuesto) a hacer lo que considere necesario para traerle gloria es un ejemplo de deísmo. Este punto de vista dice que Dios está más allá de este mundo (transcendente) pero que Él no está involucrado en los asuntos de este mundo (inmanente). Aunque Thomas Jefferson, el tercer presidente de los Estados Unidos, creía en la historia general de la Biblia, rechazaba los milagros e incluso cogió unas tijeras para recortar literalmente los relatos milagrosos para crear La Biblia de Jefferson.

Aunque incluyó la crucifixión y muerte de Jesús al final de su obra, Jefferson omitió la historia de la resurrección. Los Evangelios terminan con Juan 19:41-42 y Mateo 27:60, que en la versión de Jefferson se lee así: «En el lugar donde fue crucificado, había un huerto; y en el huerto, un sepulcro nuevo, en el que jamás fue puesto hombre alguno. Allí sepultaron a Jesús, hicieron rodar una gran piedra a la puerta del sepulcro y se marcharon».11 Si este fuera el final de la historia, se perdería toda esperanza. La humanidad, se quedaría atrás para siempre, abandonada a su suerte.

Contrario a lo que enseña el deísmo, Dios se ha involucrado a lo largo de la historia humana. Si existe un Dios omnipotente, entonces los acontecimientos sobrenaturales deben ser posibles, y por esto, la humanidad es mejor. Norman Geisler y Ron Brooks lo explican:

«El deísmo es incoherente en su premisa más básica. Los deístas creen en el mayor milagro de todos (la Creación) pero rechazan lo que consideran todos los pequeños milagros. Si Dios fue lo suficientemente bueno y poderoso como para crear el mundo, ¿no es razonable suponer que también podría y cuidaría de este? Si Él puede hacer algo de la nada, entonces ciertamente puede hacer algo de algo; como por ejemplo, Jesús hizo vino del agua».12

Como se describe en Génesis 1, el tiempo, la materia, el espacio y la energía fueron creados instantáneamente de la nada (creatio ex nihilo), en contraste con la creación mormona a partir de material preexistente (creatio ex materia), que contradice Hebreos 11:3: «Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles». En otras palabras, Dios habló, y todas las cosas fueron traídas a existencia. Como escriben Josh McDowell y Dave Sterrett: «Ahora bien, si Dios existe en la realidad y creó todo tal como lo conocemos –por ejemplo, toda el agua–, entonces no es un problema que Dios dividiera las aguas del Mar Rojo, o que Jesús convirtiera el agua en vino, calmara las aguas de la tormenta o caminara sobre el agua. Si el primer milagro de Génesis 1:1 tuvo lugar, entonces otros milagros son posibles».13

Sin la posibilidad de milagros, la Biblia no ofrece más que historias para hacerle sentir bien, tópicos insignificantes y promesas impotentes. El resultado es nada menos que un completo abandono por parte de Dios. Pero si los milagros son posibles, entonces es perfectamente lógico que el Creador se involucre íntimamente con la humanidad y se ofrezca como rescate.

PROFECÍAS BÍBLICAS ACERCA DE JESÚS

Los creyentes fieles han sido capaces históricamente de anticiparse a la futura obra de Dios a través de la profecía. En lo que respecta a Jesús, el Antiguo Testamento proporciona descripciones específicas del Mesías. De un lado, enseña que nacería de una virgen (Isaías 7:14) sería descendiente de Abraham (Génesis 12:1-3), más concretamente, de la tribu de Judá (Génesis 49:10) y de la casa de David (2º Samuel 7:12-17). Este acontecimiento profetizado tendría lugar en Belén (Miqueas 5:2), con un mensajero (Juan el Bautista) que sería antes que Él (Isaías 40:3).

Isaías 35:5-6, dice:

«Entonces se abrirán los ojos de los ciegos,

     Y los oídos de los sordos se destaparán.

6 El cojo entonces saltará como un ciervo,     

Y la lengua del mudo gritará de júbilo».

De acuerdo a Mateo 9:3-5, Jesús cumplió esta profecía: «Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia».

Quizá ninguna profecía del Antiguo Testamento sea más clara que la revelada en Isaías 53. Entre otras cosas, en los seis primeros versículos enseña que el Mesías sería:

  • despreciado y desechado
  • varón de dolores
  • afligido y con gran sufrimiento
  • traspasado y molido

El versículo 7 registra:

«Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca.

Como cordero que es llevado al matadero,     

Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda,

Él no abrió Su boca».14

Además, se profetizó que sería enterrado en la tumba de un hombre rico (v. 9),15 «… cargará las iniquidades de ellos» (v. 11),16 «… con los transgresores fue contado» (v. 12),17 e «… intercedió por los transgresores» (v. 12).18 Otras descripciones de la humillante muerte de Jesús incluyen:

  • Las personas se burlarían de Él (Salmo 22:7-8; Mateo 27:32, 39-44).
  • Sus manos y pies serían horadados (traspasados) (Salmo 22:16; Lucas 23:33), así como Su costado (Zacarías 12:10; Juan 19:34).
  • Los soldados tirarían suerte sobre Su ropa (Salmo 22:18; Juan 19:23-24).

También se profetizó que Jesús resucitaría de entre los muertos (Salmo 16:10; Marcos 16:6; Hechos 2:30-31), sería llevado al cielo (Salmo 68:18; Hechos 1:9), y se sentaría a la derecha del Padre (salmo 110:1; Hebreos 1:3). Estas profecías se escribieron siglos antes de que naciera Jesús, eliminado toda posibilidad de que no fuera más que suerte o augurios. Solo para probar que Él fue quien afirmó ser, Jesús profetizó Su muerte y resurrección como lo registra Juan 2:18-21 (Leer también, Mateo 12:40; Marcos 8:31; Juan 10:17-18).

«Entonces los judíos le dijeron: ‘Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras?’. 19 Jesús les respondió: ‘Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré’. 20 Entonces los judíos dijeron: ‘En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y Tú lo levantarás en tres días?’ 21 Pero Él hablaba del templo de Su cuerpo».

Después de ser crucificado, los discípulos de Jesús olvidaron Sus palabras proféticas, aunque los líderes religiosos judíos las recordaban. De acuerdo a Mateo 27:62-63, después de la muerte de Jesús, los fariseos se acercaron a Poncio Pilato diciéndole: «Señor, nos acordamos que cuando aquel engañador aún vivía, dijo: ‘Después de tres días resucitaré’». Imagínese la sorpresa de los discípulos cuando por fin entendieron lo que Jesús ¡había estado diciendo todo el tiempo!

LA MUERTE DE JESÚS

Para haber una resurrección, primero debía suceder una muerte. ¿Cómo se puede saber si Jesús murió realmente en la cruz? Algunos escépticos afirman que Jesús fue bajado de la cruz antes de que tuviera la oportunidad de morir y que el aire húmedo de la tumba junto con las especias perfumadas le revivieron. Esta hipótesis del «desvanecimiento» («desmayado») o «muerte aparente» afirma que Jesús tuvo la oportunidad de escapar y así, poder aparecérseles a Sus discípulos antes de morir.

En la década de 1970, se transmitió una serie de televisión de detectives protagonizada por el actor Peter Falk, que interpretaba al teniente Frank Columbo. En los primeros quince minutos de cada episodio de dos horas, el público veía cómo se producía un asesinato. Tras la pausa publicitaria, el teniente llegaba a la escena. Con un impermeable arrugado y una colilla de puro en la mano derecha, el torpe detective parecía cualquier cosa menos una amenaza para el verdadero asesino, que el público sabía que había colocado a un sospechoso más probable para ser el chivo expiatorio.

«Algo no está bien», solía decir el teniente Columbo con su acento ítalo-neoyorquino mientras hacía una pregunta tras otra al verdadero asesino. Al final del programa, el asesino quedaba al descubierto al tener que responder a tantas preguntas.19

Con relación a la muerte de Jesús y para refutar la hipótesis del desvanecimiento, aquí hay una serie de preguntas que podría hacerse el teniente Columbo (con respuestas basadas en la información de los relatos bíblicos).

¿Qué le sucedió a Jesús antes de que fuera crucificado? Estaba agotado y no había dormido la noche anterior; ni siquiera Sus discípulos pudieron permanecer despiertos en el Huerto de Getsemaní la noche del jueves al viernes en la mañana. Aquí fue donde sangró (Lucas 22:44). Jesús fue arrestado ese viernes en la mañana antes de que los soldados se burlaran de Él y lo golpearan (Mateo 27:30). También le azotaron con un látigo con tres tiras de cuero que tenían incrustaciones de trozos de hueso, piedras y metal. Este instrumento de tortura desgarró la carne, preparando el terreno para un shock circulatorio. Hubo una gran pérdida de sangre, otra razón por la que Jesús estaba tan débil que no pudo cargar la cruz (Mateo 27:32).

¿Qué se conoce sobre los resultados de la crucifixión? No existen pruebas de que alguna víctima haya sobrevivido a la crucifixión. La palabra excruciate viene de crucifixión, ya que esta significa literalmente «fuera de la cruz»: ex (fuera de) y crux (cruz). Los clavos en las muñecas y pies habrían seccionado nervios y arterias. Una vez más, se habría producido una gran pérdida de sangre, sin posibilidad de una transfusión moderna. Ninguna víctima escapó a la muerte.

¿Qué pruebas había de que Jesús no hubiera sido drogado y se hubiera desmayado? Aunque Marcos 15:36 dice que le dieron vino agrio (vinagre), esto no sería suficiente para intoxicarlo.

¿Qué hicieron los soldados cuando Jesús parecía estar muerto en la cruz? Según el relato de Juan 19:34, un soldado tomó una lanza y atravesó Su costado. De este, salió sangre y agua, dando testimonio de Su muerte.

¿Dónde pusieron el cuerpo después de bajarlo de la cruz? Un líder judío (José de Arimatea) donó su propia tumba y depositó allí a Jesús después de envolver Su cuerpo en un sudario de lino (Mateo 27:57-61).

 Es poco probable que Jesús pudiera fingir Su muerte para posteriormente escapar. Si se pretende tomar en serio la hipótesis del desmayo, habría que plantearse estas preguntas adicionales:

  • ¿Cómo se liberó Jesús del sudario de lino en el que estaba envuelto (Mateo 27:59)?
  • Con graves heridas en las muñecas y los pies (debido a los clavos), ¿cómo pudo Jesús levantarse o mover la gran piedra colocada a la entrada de la tumba, especialmente cuando no tenía ninguna palanca desde el interior?
  • ¿Habrían arriesgado sus vidas los soldados romanos apostados en el sepulcro (Mateo 27:62-66) dejando escapar a Jesús, sobre todo teniendo en cuenta que la pena por permitirlo podría haber sido la muerte?
  • ¿Cómo llegó Jesús a Emaús, que se encuentra a casi doce kilómetros de distancia, para conversar con dos seguidores más tarde ese primer día de la semana por la tarde (Lucas 24:13-35)?
  • ¿Cómo regresó Jesús a Jerusalén esa misma tarde (Lucas 24:36-49)?

No hay forma de que Jesús hubiera podido sobrevivir a la crueldad que tuvo lugar en la cruz. Como el Diario de la Asociación Médica Americana informó:

«Claramente, el peso de la evidencia histórica y médica indica que Jesús estaba muerto antes de que se le ocasionara la herida en el costado y apoya la opinión tradicional de que la lanza, clavada entre sus costillas derechas, probablemente perforó no sólo el pulmón derecho, sino también el pericardio y el corazón asegurando así Su muerte. En consecuencia, las interpretaciones basadas en el supuesto de que Jesús no murió en la cruz parecen estar en contradicción con los conocimientos médicos modernos».20

Tumba de piedra rodante situada en el norte de Israel. Fotografía de Eric Johnson.

LA CRUZ Y LA TUMBA VACÍA

El símbolo de la cruz es controvertido entre los Santos de los Últimos Días, ya que los líderes de la Iglesia han mostrado repulsión ante cualquier mención de la sangre y la muerte de Jesús. Por ejemplo, el presidente de los SUD, Gordon B. Hinckley escribió: «Pero para nosotros, la cruz es el símbolo de Cristo moribundo, mientras que nuestro mensaje es la declaración de un Cristo Vivo»21 En lugar de la cruz, el mormonismo enfatiza en el Huerto de Getsemaní. Por ejemplo, el apóstol de los SUD, Bruce R. McConkie escribió:

«¿Dónde y bajo cuáles circunstancias se realizó el sacrificio expiatorio del Hijo de Dios? ¿Fue en la Cruz del Calvario o en el Huerto de Getsemaní? Es en la Cruz de Cristo donde la mayoría de los cristianos se fijan cuando centran su atención en la expiación infinita y eterna. Y ciertamente el sacrificio de nuestro Señor se completó cuando fue levantado por los hombres; también, esa parte de Su vida y sufrimiento es más dramática y, quizás, más conmovedora para el alma. Pero, en realidad, el dolor y el sufrimiento, el triunfo y la grandeza de la expiación tuvieron lugar principalmente en Getsemaní».21

Incluso llevar una cruz decorativa era considerado ofensivo por el décimo presidente de los SUD, Joseph Fielding Smith:

«Debido a que nuestro Salvador murió en la cruz, el uso de cruces es para la mayoría de los Santos de los Últimos Días de muy mal gusto e inconsistente con nuestra adoración. De todas las formas que se han inventado para quitar la vida y ejecutar a las personas, una de las más crueles es probablemente la cruz. Este era un método favorito entre los romanos, que sobresalían en la tortura. Podemos estar definitivamente seguros de que, si nuestro Señor hubiera sido asesinado con una daga o con una espada, habría sido muy extraño en verdad que las personas religiosas de esta época hubieran honrado tal arma usándola y adorándola porque fue por tal medio que nuestro Señor fue ejecutado».23

Pablo rebatió tal argumento en 1ª Corintios 1:22-25:

«Porque en verdad los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los judíos, y necedad para los gentiles. 24 Sin embargo, para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios. 25 Porque la necedad de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres».

La Pasión de Cristo, película de 2004, conmocionó a muchos espectadores. Algunos gerentes de los cines informaron que se habían encontrado palomitas de maíz y bebidas debajo de los asientos, prácticamente intactas por el público conmocionado debido a las perturbadoras escenas. En efecto, la película del director Mel Gibson describía con todo lujo de detalles las últimas y truculentas horas de la vida de Jesús.

Aunque a los líderes de los SUD les gustaría alejarse de la poderosa imagen de lo que ocurrió en la cruz, la Biblia dice que sólo a través de la sangre derramada de Jesús se hace efectiva la expiación. Así lo registra Levítico 17:11: «Porque la vida de la carne está en la sangre, y Yo se la he dado a ustedes sobre el altar para hacer expiación por sus almas. Porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación».

De acuerdo con Hebreos 9:11-28, la sangre de los sacrificios de animales prefiguraba lo que le ocurriría a Jesús. El versículo 22 dice: «… y sin derramamiento de sangre no hay perdón». En el siglo XXI, J. C. Ryle, obispo de Liverpool (Inglaterra), afirmó: «Nunca podremos concederle demasiada importancia a la muerte expiatoria de Cristo. Es el hecho principal de la Palabra de Dios, en el que los ojos de nuestra alma deben estar siempre fijos. Sin el derramamiento de Su sangre, no hay remisión de pecados. Es la verdad cardinal sobre la que gira todo el sistema del cristianismo».24

En palabras de Robert Bowman:

«Para el cristianismo, la importancia de la resurrección de Jesús no puede exagerarse. Es una presuposición fundamental de la fe cristiana: Como Señor resucitado, Jesús ha vencido al pecado y a la muerte a nuestro favor, ha sido exaltado al trono del cielo a la derecha del Padre y ha enviado al Espíritu Santo para darnos nueva vida y hacernos pueblo de Dios mediante la fe en Cristo. Por este motivo, la resurrección de Cristo es un elemento clave en el Credo de los Apóstoles, el Credo Niceno y la mayoría de las demás confesiones y declaraciones de fe que los cristianos han redactado a lo largo de la historia de la Iglesia».25

Alguien podría preguntarse, ¿por qué Dios no podría haber chasqueado los dedos y perdonado los pecados de todos? Millard Erickson dice que los que hacen este reclamo «no tienen en cuenta quién es Dios en realidad … Pero si Dios eliminara o ignorara la culpa del pecado sin exigir un pago, destruiría de hecho la propia fibra moral del universo, la distinción entre el bien y el mal. Un problema adicional es que Dios es un ser de santidad y bondad infinitas o perfectas. Una ofensa contra Él es mucho más grave que una ofensa contra un ser humano pecador ordinario».26

     Aquellos que participaron en el asesinato de Jesús jugaron un papel integral en el plan de Dios. El apóstol Pedro, en su primer sermón registrado en Hechos 2:22-23 le dijo a la audiencia judía: «Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de Él, tal como ustedes mismos saben. 23 Este fue entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, y ustedes lo clavaron en una cruz por manos de impíos y lo mataron».

También en Hechos 4:27-28 se registra: «Porque en verdad, en esta ciudad se unieron tanto Herodes como Poncio Pilato, junto con los gentiles y los pueblos de Israel, contra Tu santo Siervo Jesús, a quien Tú ungiste, 28 para hacer cuanto Tu mano y Tu propósito habían predestinado que sucediera». Este acontecimiento fue profetizado por Jesús en Lucas 22:22 en la Última Cena: «… el Hijo del Hombre va según se ha determinado …».

En 1ª Corintios 1:18, Pablo dijo: «… la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios». Y más adelante, en 1ª Corintios 2:2 añadió que, nada se propuso «saber entre ustedes excepto a Jesucristo, y Este crucificado». Y en Gálatas 6:14 dijo que él no se gloriaría «sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo». John MacArthur y Richard Mayhue explican cómo «Herodes, Pilato, Judas y los judíos conspiraron para provocar la crucifixión porque querían librarse de este hombre que los acusaba de su pecado. Pero Dios ordenó el mal de la cruz por el bien que traería, a saber, la salvación de Su pueblo de Su pecado …».27

No hay manera de eludir la cruz. Como señaló Ryle, «a menos que conozcas el poder de la cruz de Cristo por experiencia, a menos que sepas y sientas dentro de ti que la sangre derramada en esa cruz ha lavado tus propios pecados, y a menos que estés dispuesto a confesar que tu salvación depende enteramente de la obra que Cristo hizo en la cruz, Cristo no te beneficiará en nada …». Posteriormente advirtió: «Mientras vivan, guárdense de una religión en la que se hable poco de la cruz. Viven en tiempos en que esta advertencia es tristemente necesaria. Cuidado, repito, con una religión sin cruz».28

Debido a su importancia simbólica, muchas iglesias tienen una cruz al interior de su recinto. Asimismo, muchos cristianos llevan cruces vacías al cuello y exhiben con orgullo este símbolo en sus hogares. Para los creyentes, la cruz encierra un poderoso simbolismo, tan significativo como lo puede ser para algunos mormones un alfiler de Moroni o un templo atado a su ropa. Paul Copan explica cómo respondió a un musulmán que se burlaba de la cruz:

«’¿Cómo pueden los cristianos llevar con orgullo el instrumento de la tortura y la humillación? Si tu hermano fuera ejecutado en una silla eléctrica, ¿llevarías una silla eléctrica colgada del cuello?’. Le respondí que depende: ‘Si mi hermano fuera Jesús de Nazaret y su muerte en la silla eléctrica supusiera mi salvación y fuera el medio por el cual el mal sería derrotado y la creación renovada, entonces habría transformado un símbolo de vergüenza y castigo en algo glorioso …».29

Este símbolo representa lo que Jesús hizo «… para que el mundo sea salvo por Él» (juan 3:17).

CUATRO HECHOS QUE APOYAN LA RESURRECCIÓN CORPORAL

Afortunadamente para el cristianismo, la historia de Jesus no terminó en la cruz. La resurrección es la afirmación de que Jesús literalmente resucitó de entre los muertos. Aquí hay cuatro razones que apoyan esta teoría como exacta:30

  1. Después de la resurrección, Jesús fue sepultado en la tumba del líder religioso judío, José de Arimatea.
  • La ubicación de la tumba era conocida.
  • No parece probable que una autoridad religiosa judía se hubiera incluido en el relato de la resurrección a menos que estuviera relacionado con los hechos.
  • No existen otros relatos de antiguas sepulturas que puedan competir con esta historia.

2. El primer día de la semana después de la resurrección, un grupo de seguidoras se encontró que la tumba de Jesús estaba.

  • El evangelio más antiguo (Marcos) incluye este material.
  • Prácticamente todos los eruditos bíblicos –tanto conservadores como liberales– aceptan la tumba vacía.31
  • Las mujeres (ciudadanas de segunda clase en esa región), fueron las primeras en ver a Jesús.
  • Los discípulos consideraban muy improbable una resurrección corporal (Lucas 24:10-11).
  • Si la tumba no se hubiera encontrado vacía, no tendría sentido que los líderes judíos sobornaran a los soldados para que mintieran y dijeran que el cuerpo había sido robado (Mateo 28:11-15).

3. En múltiples ocasiones y bajo diferentes circunstancias, tanto personas como grupos, afirmaron encontrarse con el Jesús resucitado (1ª Corintios 15:1-8).

  • Jesús se les apareció a varias personas (Pedro, Jacobo [Santiago], Pablo).
  • También se apareció a «los Doce» y a un grupo conocido como «todos los apóstoles».
  • Se les apareció a más de 500 creyentes.
  • Jesús fue tocado físicamente por Tomás en Juan 20:24-29. Un espíritu no tiene carne ni huesos.
  • Para demostrar que tenía un cuerpo físico, Jesús comió alimentos en cuatro ocasiones diferentes, como se describe en Lucas 24:30,42- 43; Juan 21:12-13; Hechos 1:4.

4. Los doce apóstoles insistieron que Jesús resucitó de entre los muertos.

  • Aunque se muestra a los apóstoles como incrédulos que se confundían con facilidad, no eran típicamente embusteros o inmorales.
  • No tenían ningún motivo para robar el cuerpo (como afirmaban originalmente los dirigentes judíos en Mateo 28:13). Ninguna de las tres razones por las que la gente suele engañar (codicia económica, deseo sexual o relacional, o búsqueda de poder) eran motivos razonables para los apóstoles.32
  • Si estos hombres no creían que la resurrección era cierta, es poco probable que se hubieran arriesgado a ser encarcelados o a morir proclamando públicamente la resurrección de Jesús tan sólo unas semanas después de esta.
  • Según la tradición eclesiástica, todos menos uno de los doce apóstoles, murieron como mártires. La gente suele estar dispuesta a morir por algo que cree que es verdad, pero no por lo que sabe que no lo es.

CUATRO TEORÍAS ALTERNAS

Además de la hipótesis del desvanecimiento, los escépticos han ofrecido teorías adicionales en los dos últimos milenios. Especialmente durante los últimos tres siglos. William Lane Craig, quien pasó dos años de su vida estudiando la resurrección, escribe: «Desde que los discípulos comenzaron a proclamar que Jesús había resucitado de entre los muertos, algunos han negado la resurrección histórica y han tratado de encontrar formas de explicar la evidencia a través de teorías alternativas».

Craig añade que la mayoría de estas, «han demostrado ser callejones sin salida y han sido unánimemente rechazadas por la erudición contemporánea». Aun así, cree que merece la pena considerar estas teorías refutadas porque «el ciudadano promedio de hoy, cristiano o no, ignora en gran medida que en realidad son callejones sin salida. Muchos no cristianos todavía rechazan, o al menos pretenden rechazar, la resurrección de Jesús debido a argumentos que han sido refutados de forma decisiva una y otra vez y que ningún erudito moderno apoyaría».33

Debido a nuestro limitado espacio, consideremos solo cuatro de estas teorías mientras planteamos preguntas pertinentes como de detectives:

  1. La Tumba Desconocida: Jesús fue sepultado en una fosa común desconocida para los discípulos. La «resurrección» ocurrió porque nadie sabía dónde estaba ubicada la tumba.
  • ¿No era ésta la tumba de José de Arimatea? Esto la convierte en una tumba conocida.
  • ¿No conocían los soldados romanos la ubicación de la tumba? ¿Por las mujeres que prepararon el cuerpo de Jesús? ¿Por los romanos que montaron guardia allí? ¿Por los líderes judíos que ordenaron colocar soldados en la tumba? Si es así, entonces las autoridades sólo tenían que investigar la tumba donde fue depositado el cuerpo.
  • ¿Por qué iban a inventar los dirigentes judíos una mentira sobre lo ocurrido con el cadáver (es decir, decir que los discípulos lo robaron)? ¿No estarían motivados para encontrar el cuerpo?
  • Si el cuerpo nunca se encontró, ¿por qué los discípulos afirmaron que había resucitado? Creer que Jesús no había resucitado e inventar historias sobre esto los haría mentirosos.
  • Si sabían que Jesús no había resucitado, ¿por qué todos los discípulos, excepto Juan, murieron torturados si pudieron haberlo evitado? Algunos podrían morir por algo que es verdad, pero raramente una persona morirá por una mentira.

Conclusión: Muchas personas sabían donde estaba la tumba de José de Arimatea. Los enemigos de Jesús habrían estado más que motivados para encontrar la tumba correcta y presentar el cuerpo. Si el cuerpo se perdió y nunca se encontró, los discípulos no tenían motivos para predicar una resurrección corporal.

2. Alucinación: Los seguidores de Jesus estuvieron tan involucrados emocionalmente con la expectativa mesiánica de Jesús que sus mentes proyectaron visiones o alucinaciones de un Jesús resucitado. Esta teoría se relaciona a menudo, con la sugerencia de que la resurrección no fue más que una leyenda creada posteriormente.

  • ¿Cómo es posible que varias personas tengan visiones o alucinaciones simultáneamente?
  • Debido a que una alucinación se basa en el conocimiento y la comprensión previos de una persona, y puesto que los seguidores más cercanos de Jesús no tenían ninguna esperanza de una resurrección (por ejemplo, se escondieron atemorizados después de la muerte de Jesús), ¿cómo podrían haber tenido todos ellos una alucinación del mismo acontecimiento inesperado?34
  • ¿Qué hay acerca de los 500 testigos (1ª Corintios 15:6)? Si el acontecimiento fuera una alucinación, hubiera sido riesgoso para Pablo animar a sus lectores a contactar a «los testigos» y descubrir que la resurrección era mentira.
  • ¿Por qué los escritores de los Evangelios incluirían el embarazoso detalle de que las mujeres fueron los primeros testigos (Juan 20:1-18)? Craig lo explica: «Los primeros creyentes no tendrían ningún motivo para humillar a sus líderes convirtiéndolos en cobardes y a las mujeres en heroínas … No tendría sentido que los primeros creyentes inventaran una historia de una aparición a mujeres legalmente no idóneas».35
  • ¿Por qué Juan registró que Jesús no sólo fue visto, sino también tocado físicamente (Juan 20:24-28)?
  • ¿No se necesitan muchos años posteriores a los hechos para que una leyenda resulte creíble?

Conclusión: La evidencia, sugiere claramente que los primeros cristianos creyeron haber experimentado la resurrección, lo que negaría cualquier relato legendario que habría tardado muchos años en desarrollarse.

3. La Resurrección Existencial: Una resurrección histórica no podrá ser probada, pero no es necesaria. Lo más importante es que Cristo resucite en el corazón de una persona.

  • ¿Por qué Pablo en 1ª Corintios 15 insiste tanto en la importancia de una resurrección física y no espiritual?
  • ¿De qué sirve un sentimiento cálido y confuso si la resurrección no es histórica?
  • ¿Qué hay del testimonio de 500 personas que afirmaron ver a Jesús en un estado resucitado?
  • ¿Por qué estaban los discípulos dispuestos a morir cuando sabían que sus sentimientos estaban basados en emociones y no en la realidad?

Conclusión: Los discípulos no estaban interesados en un final «para sentirse bien». Estaban más interesados en seguir la verdad.

4. La Tumba de Jesús: Esta teoría ha sido formulada recientemente por el director de cine James Cameron (Titanic) y publicada en un documental emitido por Discovery Channel en 2007. La teoría afirma que Jesús solo fue enterrado temporalmente en la tumba de José de Arimatea antes de que Su cuerpo fuera trasladado a otra tumba situada a menos de una milla de distancia, en Talpiot, un suburbio de Jerusalén. Originalmente descubiertos en 1980, seis de los diez osarios (cajas para huesos elaboradas en piedra caliza) del siglo I que contenían 17 esqueletos tenían inscripciones en el lateral de las cajas como «Jesús, hijo de José», «Judá, hijo de Jesús», «Matía», «María» y «Mariamne Mara», que, según la teoría, podría haber sido María Magdalena, la esposa de Jesús.

  • ¿Por qué iban a enterrar a Jesús en Jerusalén? Era de Nazaret de Galilea, un lugar más lógico para un entierro familiar.
  • ¿Por qué la guardia fuera de la tumba permitió que el cuerpo fuera llevado a otra tumba?
  • ¿Cómo sabemos que estos osarios contenían los huesos de Jesús y sus parientes? De hecho, el 75 por ciento de todos los nombres en el Israel del siglo I incluían solo 16 nombres masculinos y femeninos diferentes. Jesús, José, María y Mateo eran algunos de los nombres más utilizados en esa cultura. La probabilidad de que este grupo de nombres se encuentre en una tumba es de aproximadamente 1 en 600, que no son probabilidades imposibles.
Tres de los osarios descubiertos originalmente en un barrio de Jerusalén y expuestos en el Museo de Israel de Jerusalén. Estos osarios aparecieron en 2007 en una película de James Cameron y se decía que contenían los huesos de Jesús y su familia. Fotografía de Eric Johnson
  • ¿Por qué el ADN diferente hallado en el osario de «Mariamne Mara» debería sugerir siquiera alguna conexión con Jesús, ya que la idea de que tuviera esposa es simple conjetura?
  • ¿Qué hay de la antigua tradición que señala la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén como el lugar donde Jesús fue crucificado y sepultado? Parece poco probable que la tumba de José de Arimatea hubiera tenido algún significado si no hubiera tenido lugar una resurrección en esa tumba en particular.

     Conclusión: La evidencia circunstancial es peligrosa. Muchos arqueólogos entrevistados para el documental del Discovery Channel, incluyendo al agnóstico Shimon Gibson, no están de acuerdo con la conclusión del productor. Denunciaron que sus entrevistas grabadas fueron manipuladas para que pareciera que estuvieran de acuerdo con este productor, cuando no fue así.36

CONCLUSIÓN

Las teorías que insisten que Jesús no resucitó de entre los muertos carecen de apoyo histórico y, como explica Craig, «hace falta más fe para creer en esas teorías que para creer que Jesús realmente resucitó de entre los muertos».37 «Una de las mayores debilidades de las explicaciones alternas a la resurrección es su carácter incompleto: no logran ofrecer una explicación global y completa de todos los datos. En cambio, la resurrección ofrece una explicación única, sencilla y completa de todos los hechos, sin distorsionarlos. Por lo tanto, es la mejor explicación».38

En 1ª Pedro 1:3, se lee que Dios «nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos». Hay poder en la cruz y la victoria sobre la muerte que Jesús logró al resucitar de entre los muertos. Ralph E. Hudson, cantante del siglo XIX, escribió el estribillo de la canción «At the Cross», de Isaac Watts (1674-1748):

 En la cruz, en la cruz donde vi la luz por primera vez,

Y el peso de mi corazón rodó lejos,

Fue allí donde por la fe recibí la vista,

¡Y ahora soy feliz todo el día!39

Hágale saber a su amigo de los SUD que hay esperanza más allá de los muros de la Iglesia de los SUD, pero que sólo puede encontrarse en Jesús. Para aquellos que creen, la resurrección es nada menos que un cambio de juego.

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

  1. ¿Por qué la intervención de Dios en el mundo es crucial para defender el cristianismo?
  2. La hipótesis del desvanecimiento describe cómo Jesús no estaba muerto cuando fue colocado en la tumba. Proporcione tres razones por las que Jesús debe haber muerto. ¿Por qué es necesaria la muerte de Jesús para que el cristianismo sea verdadero?
  3. ¿Por qué no tiene sentido que los discípulos robaran el cuerpo de Jesús?
  4. ¿Está de acuerdo con J. C. Ryle cuando dijo: «Mientras vivan, guárdense de una religión en la que se hable poco de la cruz»? ¿Por qué es tan importante este símbolo para los creyentes cristianos?
  5. La mayoría de los Santos de los Últimos Días creen en la muerte y resurrección de Jesús. ¿Por qué entonces piensa que este capítulo fue incluido en un libro que describe las doctrinas cristianas fundamentales cuando los mormones y los cristianos están, generalmente de acuerdo? (Sugerencia: piense en la mentalidad de una persona que abandona el mormonismo y contempla la verdad).

FUENTES RECOMENDADAS

Recursos Para Principiantes

Josh and Sean McDowell, Resurrected: Experience Freedom from the Fear of Death (Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2012).

John Piper, La pasión de Jesucristo (en inglés, The Passion of Jesus Christ [Wheaton, IL: Crossway, 2004]).

Recursos Para el Nivel Intermedio

Robert M. Bowman Jr., Jesus’ Resurrections and Joseph’s Visions: Examining the Foundations of Christianity and Mormonism (Tampa, FL: DeWard Publishing, 2020).

Gary R. Habermas and Michael R. Licona, El Caso Para la Resurrección de Jesús (en inglés, The Case for the Resurrection of Jesus [Grand Rapids, MI: Kregel, 2004]).

William Lane Craig, The Son Rises: Historical Evidence for the Resurrection of Jesus (Eugene, OR: Wipf & Stock Publishers, 2001).

CAPÍTULO 6 – LA RESURRECCIÓN

LA PIEDRA ANGULAR DEL CRISTIANISMO

  1. La frase «La paz sea con él» es utilizada por muchos musulmanes cada vez que se escribe o se pronuncia en voz alta el nombre de uno de sus profetas. Jesús es considerado uno de los siete profetas más grandes del dios musulmán, Alá.
  2. Esta traducción literal del libro de las escrituras del islam está tomada de Abdullah Yusuf Ali, The Meaning of the Holy Qur’an (Brentwood, MD: Amana Corporation, 1992). Una nota a pie de página dice: «El final de la vida de Jesús en la tierra está tan envuelto en el misterio como su nacimiento … No es provechoso discutir las muchas dudas y conjeturas entre las primeras sectas cristianas y entre los teólogos musulmanes». Ali añadió que, para los cristianos, la muerte y la resurrección «son necesarias para la doctrina teológica del sacrificio de sangre y la expiación vicaria de los pecados, que el islam rechaza».
  3. El imán se refería al Evangelio apócrifo de Bernabé para apoyar su afirmación. Sin embargo, este libro no se escribió antes del siglo XV y es posible que su autor fuera musulmán. Véase «Evangelio de Bernabé», Norman L. Geisler, Baker Encyclopedia of Christian Apologetics (Grand Rapids, MI: Baker Books, 1999), 67-68.
  4. La violencia tuvo lugar durante las Cruzadas, ya que tanto cristianos como musulmanes estaban equivocados. Sin embargo, nunca se debe juzgar a una religión por el mal comportamiento de algunos de sus fieles. Irónicamente, este hombre (un inmigrante de Siria) me dijo una vez en una conversación privada lo injusto que le parecía que los estadounidenses juzgaran injustamente al islam basándose en los acontecimientos del 11-S.
  5. William Lane Craig, The Son Rises: Historical Evidence for the Resurrection of Jesus (Eugene, OR: Wipf & Stock Publishers, 2001), 40. Cursivas en el original.
  6. Ver, archive.spurgeon.org/sermons/2197.php.
  7. Gary R. Habermas y Michael R. Licona, El Caso Para la Resurrección de Jesús (en inglés, The Case for the Resurrection of Jesus [Grand Rapids, MI: Kregel, 2004]), 26-27. Cursivas en el original.
  8. Wayne Grudem, Teología Sistemática: Una Introducción a la Doctrina Bíblica (en inglés, Systematic Theology: An Introduction to Biblical Doctrine (Grand Rapids, MI: Zondervan Academic, 1994), 355. Cursivas en el original.
  9. Geisler, Enciclopedia de Apologética Cristiana Baker (en inglés, Baker Encyclopedia of Christian Apologetics), 488.
  10. Millard J. Erickson, Teología Sistemática (en inglés, Christian Theology [Grand Rapids, MI: Baker Book House, 1986]), 1:277.
  11. Thomas Jefferson, The Jefferson Bible: The Life and Morals of Jesus of Nazareth (Boston, MA: Beacon Press, 1904), 146. Ortografía intacta. La palabra de uso común en aquellos días era sepulcro.
  12. Norman Geisler y Ron Brooks, Cuando Los Escepticos Pregunten un manual de evidencias cristianas (en inglés, When Skeptics Ask: A Handbook on Christian Evidences [Wheaton, IL: Victor Books, 1990]), 41.
  13. Josh McDowell and Dave Sterrett, Is the Bible True…Really? (Chicago, IL: Moody Publishers, 2011), 55. Cursivas en el original.
  14. Cumplido en Mateo 27:12-14. Ver, Hechos 8:32 y 1ª Pedro 1:17-19.
  15. Cumplido en Mateo 27:57-60.
  16. Cumplido en Mateo 20:28.
  17. Cumplido en Mateo 27:38.
  18. Cumplido en Lucas 23:43.
  19. Greg Koukl describe esta estrategia en la Parte 1 de su libro, Tácticas: Un plan de Acción Para Debatir tus Convicciones Cristianas (en inglés, Tactics: A Game Plan for Discussing Your Christian Convictions [Grand Rapids, MI: Zondervan, 2019]).
  20. William D. Edwards, Wesley J. Gabel, and Floyd E. Hosmer, “On the Physical Death of Jesus Christ,” Journal of American Medical Association, 21 de marzo de 1986, 1463. El artículo puede encontrarse en, jamanetwork.com/journals/jama/article-abstract/403315.
  21. Gordon B. Hinckley, “The Symbol of Our Faith,” Ensign, abril 2005, 3.
  22. Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Commentary (Salt Lake City, UT: Bookcraft, 1965), 1:774. Para más información, visite, mrm.org/gethsemane-atonement.
  23. Joseph Fielding Smith, Respuestas a las preguntas del Evangelio (en inglés, Answers to Gospel Questions (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1963), 4:17.
  24. J. C. Ryle, Matthew: Expository Thoughts on the Gospels (Abbotsford, WI: Aneko Press, 2019), 296.
  25. Robert M. Bowman Jr., Jesus’ Resurrection and Joseph’s Visions: Examining the Foundations of Christianity and Mormonism (Tampa, Fl: DeWard Publishing, 2020), 16.
  26. Erickson, Christian Theology, 2:816. Las elipsis son mías.
  27. John MacArthur y Richard Mayhue, Teología Sistemática, Un Estudio Profundo de la Doctrina Bíblica (en inglés, Biblical Doctrine [Wheaton, IL: Crossway, 2017]), 492. Cursivas en el original.
  28. J. C. Ryle, The Cross: Crucified with Christ and Christ Alive in Me (Abbotsford, WI: Aneko Press, 2019), 14-15. Cursivas en el original.
  29. Paul Copan, Is God a Moral Monster?: Making Sense of the Old Testament God (Grand Rapids, MI: Baker Books, 2011), 33.
  30. Estos puntos proceden de un debate celebrado el 18 de septiembre de 1997 entre William Lane Craig y el ateo Gerd Lüdemann en el Boston College. Al principio y en aquel debate, Lüdemann se consideraba cristiano, pero más tarde decidió que era ateo. Paul Copan and Ronald K. Tacelli, eds., Jesus’ Resurrection Fact or Figment? A Debate Between William Lane Craig and Gerd Lüdemann (Downers Grove, IL: Inter- Varsity Press, 2000), 32-35.
  31. Varias docenas de destacados eruditos sirven de apoyo a William Lane Craig en, The Son Rises: Historical Evidence for the Resurrection of Jesus (Eugene, OR: Wipf & Stock Publishers, 2001), 84-85.
  32. Estas son las tres razones principales por las que la gente miente y comete crímenes, pero ninguna de ellas encaja en la situación de los discípulos, según J. Warner Wallace, Cold-Case Christianity: A Homicide Detective Investigates the Claims of the Gospels (Colorado Springs, CO: David C. Cook, 2013), 239-40.
  33. Craig, The Son Rises, 23.
  34. ibíd., 127. Craig informa: «Aunque Jesús había profetizado Su resurrección, los evangelios dejan claro que los discípulos no le entendieron. No concebían la idea de un Mesías moribundo, y mucho menos resucitado, pues las Escrituras decían que el Mesías reinaría para siempre (Isaías 9:7; cf. Juan 12:34). Así pues, la crucifixión de Jesús echó por tierra cualquier esperanza que pudieran haber albergado de que Él fuera el Mesías».
  35. ibíd., 77, 118.
  36. Para una visión general de los problemas de la «Tumba de Jesús», véase Gary Habermas, The Secret of the Talpiot Tomb: Unraveling the Mystery of the Jesus Family Tomb (Nashville, TN: Holman, 2008). Un vídeo titulado Expedition Bible: Jesus Tomb Unmasked de Joel Kramer está disponible en Amazon Prime Video.
  37. Craig, The Son Rises, 23.
  38. ibíd., 120-21.
  39. Hymns for the Family of God (Nashville, TN: Paragon Associates Inc., 1972), 95.

Para Presentando el Chistianismo a los Mormones indice clic aquí

Para ver más artículos en Español, clic aquí

Share this

Check out these related articles...