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Capítulo 7

Presentando el Chistianismo a los Mormones Capítulo 7

Mira el indice del PRESENTANDO EL CRISTIANISMO A LOS MORMONES  por Eric Johnson

Capítulo 7

LA TRINIDAD

Un Dios, Tres Personas

«La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios
y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes».

2ª Corintios 13:14

RESUMEN DEL CAPÍTULO

La Trinidad es una doctrina fundamental en la Iglesia cristiana histórica. Desgraciadamente, muchas personas que se oponen a esta enseñanza no entienden correctamente lo que dice. En pocas palabras, la Trinidad describe a un Dios revelado en tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Las tres Personas no sólo son una en propósito, sino también en esencia, ya que cada una es completamente Dios. La evidencia bíblica que apoya esta importante enseñanza proporciona claridad. Sin duda, cualquier rechazo de la Trinidad es un rechazo de Dios mismo.

En el capítulo 4, hablé con dos misioneros de los Santos de los Últimos Días —los élderes
Michaels y Sorensen— acerca de la naturaleza de Dios. En este capítulo, continuaremos con
esa conversación, ya que los dos jóvenes decidieron introducir un tema considerado por
muchos Santos de los Últimos Días como el golpe de gracia para descartar el cristianismo
bíblico.

El élder Michael preguntó: «¿Cree usted en la Trinidad?».

Cuando le contesté que sí, suspiró suavemente y reaccionó como si sintiera lástima por mí.
Tal vez esto se deba a que tradicionalmente los líderes del mormonismo se han burlado de
esta importante enseñanza cristiana. 1 Por ejemplo, José Smith declaró:

«Muchos hombres dicen que hay un solo Dios; que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios. Yo digo que ese es un Dios extraño: tres en uno y uno en tres. Es una curiosa organización … Según el sectarismo, todos deben estar agrupados en un solo Dios. Sería el Dios más grande de todo el mundo. Sería un Dios maravillosamente grande, sería un gigante o un monstruo». 2

Dallin H. Oaks, apóstol mormón dijo a una audiencia de la conferencia general: «Sostenemos que los conceptos identificados por términos no bíblicos como ‘el misterio incomprensible de Dios’ y ‘el misterio de la Santísima Trinidad’ son atribuibles a las ideas de la filosofía griega. Estos conceptos filosóficos transformaron el cristianismo en los primeros siglos que siguieron a la muerte de los apóstoles». 3 En otra conferencia general, Jeffrey R. Holland, otro apóstol, afirmó:

«Nuestro primer y principal artículo de fe en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es, ‘Creemos en Dios, el Padre Eterno, y en Su Hijo, Jesucristo, y en el Espíritu Santo’. Creemos que estas tres personas divinas que constituyen una sola Deidad están unidas en propósito, en modo, en testimonio, en misión. Creemos que Ellos están llenos del mismo sentido piadoso de misericordia y amor, justicia y gracia, paciencia, perdón y redención. Creo que es correcto decir que creemos que Ellos son uno en todos los aspectos significativos y eternos imaginables, excepto creer que Ellos son tres personas combinadas en una sustancia, una noción trinitaria nunca expuesta en las Escrituras porque no es cierta».4

«Me confundo mucho cuando trato de entender lo que los cristianos quieren decir cuando dicen ‘Trinidad’», dijo el élder Sorensen.

Le pregunté: «¿Podría definir lo que cree que enseña esta doctrina?».

«Es como tener un Dios en tres dioses», dijo. «Esto es contradictorio y no tiene sentido. La Trinidad se creó muchos años después de que se escribiera la Biblia».

Pregunté: «¿Podría definir lo que cree que enseña esta doctrina?

Dijo: «Es como tener un Dios en tres dioses. Esto es contradictorio y no tiene sentido. La Trinidad fue creada muchos años después de que se escribiera la Biblia».

De inmediato, supe que se necesitaría algo de educación para corregir su falacia del hombre de paja, ya que la doctrina de la Trinidad no enseña que haya «un Dios en tres dioses». Desafortunadamente, cuando el tema es traído a consideración por un mormón, algunos cristianos automáticamente retroceden. Tal vez sea porque en las iglesias cristianas, la doctrina bíblica no se enfatiza tanto como debería hacerse, ya que muchos creyentes no han sido instruidos de forma adecuada. Mientras que la palabra no se encuentra en la Biblia, el concepto de Trinidad, ¡ciertamente sí! Rechazar esta doctrina es negar a Dios tal y como es Él. Como escribe James White:

«Si tenemos conocimientos defectuosos, o peor aún, si tenemos información errónea y hemos sido engañados, nuestra adoración, o bien, es menor (debido a la simple ignorancia), o bien, es completamente inválida, como el culto a los ídolos y falsos dioses. Esto no quiere decir que debemos tener un conocimiento perfecto para adorar a Dios; ninguno de nosotros lo tiene. Pero nuestro deseo debe ser crecer en la gracia y el conocimiento de Dios, y debemos recordar siempre que Jesús enseñó que la vida eterna era la posesión de aquellos que conocen al único Dios verdadero. El conocimiento no salva (este es el error del gnosticismo), pero la verdadera adoración no existe sin conocimiento».5

Wayne Grudem agrega:

«La doctrina de la Trinidad es una de las más importantes doctrinas de la fe cristiana. Estudiar las enseñanzas de la Biblia acerca de la Trinidad nos da una gran perspectiva sobre la pregunta que está en el centro de toda nuestra búsqueda de Dios: ¿Cómo es Dios en Sí mismo? Aquí aprendemos que en Sí mismo, en Su propio ser, Dios existe en las personas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y sin embargo Él es un solo Dios».6

«Basándome en su definición, no creo que realmente entiendan el significado de esta enseñanza», les dije amablemente a los misioneros. «¿Les importaría si se las explico?».

El élder Sorensen respondió: «Inténtelo. Ningún cristiano ha sido capaz de encontrarle sentido».

Negar la Trinidad significa que «el corazón de la fe cristiana está en juego».7 Por lo tanto, es importante que los cristianos estén preparados para defender esta enseñanza fundamental ante los Santos de los Últimos Días que estén dispuestos a escuchar. Puede que no queden convencidos en una sola conversación, pero al menos se les puede animar a reflexionar sobre el tema y dejar de atacar la enseñanza con argumentos engañosos.

PRESENTANDO EL CASO BÍBLICO DE LA TRINIDAD

Antes de que tuviera la oportunidad de comenzar mi explicación, el élder Michaels quiso introducir su propio argumento, preguntando: «¿Cómo puede ser cierta la Trinidad s i la palabra nunca es usada en la Biblia?».

Como escribí de Oaks anteriormente, el mormonismo niega la Trinidad porque es un término no bíblico no establecido «en las escrituras». Esta es una objeción común ofrecida por críticos, así que decidí usar la preguntar del élder Michaels para ayudarme a tocar el tema. Por un lado, la palabra está formada por el prefijo latino tri (tres) y el sufijo unidad (uno). Debido a que los autores del Nuevo Testamento escribieron en griego koiné, y no en latín, tiene mucho sentido, ¡que la palabra no esté en la Biblia! Contrario a la enseñanza de una autoridad general de los SUD, R. C. Sproul escribió: «Es verdaderamente ingenuo objetar que la palabra en sí no se encuentra en la Escritura si el concepto se encuentra en la Escritura y es enseñado por la Escritura».8

Decidí responder a la pregunta del misionero señalándole una inconsistencia en la cosmovisión de los SUD.

«Existen muchas doctrinas de los SUD que son únicas y que no se nombran específicamente en las antiguas escrituras del mormonismo (la Biblia y el Libro de Mormón), incluyendo el reino telestial, la bendición patriarcal y la preexistencia. Aunque ninguno de estos términos se encuentra en las antiguas escrituras del mormonismo, cada uno es un concepto teológico importante. Si usted va a criticar el término cristiano Trinidad, entonces ¿por qué su iglesia utiliza términos teológicos nunca utilizados en estas antiguas escrituras?».

Otro ejemplo que podría haber añadido es la doctrina mormona de la Madre Celestial, ya que nunca se nombra en ninguna de las obras habituales. Ensayos sobre Temas del Evangelio publicado por la Iglesia de los SUD admite que «nuestro conocimiento actual sobre una Madre en el Cielo es limitado».9 ¡Hablando de misterios! Difícil es creer que una doctrina sin preeminencia ni mención en las escrituras de los SUD sea fácilmente aceptada por los fieles mormones.

Muchos Santos de los Últimos Días querrán cambiar de tema cuando surge algo que prefieren no abordar. Por ejemplo, cuando cuestiono a los mormones sobre problemas históricos o arqueológicos en el Libro de Mormón, mi interés es normalmente ignorado. Más de una vez me han dicho: «Sólo tienes que rezar y tener fe».10 En lugar de evitar la doctrina de la Trinidad porque pudiera parecer «difícil», creo que es importante que el cristiano no rehúya el tema, especialmente cuando el mormón espera que la mayoría de los cristianos se pongan nerviosos rápidamente.

Mientras que los misioneros mostraron repudio por la palabra Trinidad, ofrecieron una definición incorrecta. Sin pretender avergonzarlos, comencé diciendo que la doctrina de la Trinidad enseña que hay tres Personas, pero un solo Dios; no tres dioses en un solo Dios como se afirmó. Como alguien ha dicho, hay tres quiénes –el Padre, el Hijo y el Espíritu– pero un qué, o la esencia de Dios.

 Les dije: «Un teólogo cristiano concibió la definición más sencilla de la Trinidad en una sola frase. ¿Están preparados?».

 Ambos misioneros asintieron.

 «En el único Ser que es Dios –dije– existen eternamente tres personas coiguales y coeternas, a saber, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo»11. A continuación enumeré los cinco puntos que caracterizan a la Trinidad:

  1. Existe un solo Dios eterno (Deuteronomio 6:4; Marcos 12:29; 1ª Corintios 8:4; Gálatas 3:20).
  2. El Padre es Dios (Juan 6:27; efesios 4:6).12
  3. El Hijo es Dios (Juan 1:1-14; 8:58; 10:30; 20:28; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:15-17; 2:9).13
  4. El Espíritu Santo es Dios (Génesis 1:2; Salmo 139:7-8; Hechos 5:3-4; 2ª Corintios 3:17-18; Efesios 4:30).14
  5. El Padre no es el Hijo o el Espíritu Santo; el Hijo no es el Padre o el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo no es el Padre o el Hijo.

Expliqué cómo la Trinidad describe un Dios revelado en las tres Personas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Como registra Génesis 1:26: «Y dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza …» El pronombre plural es utilizado debido a que la palabra hebrea para Dios (Elohim) es plural.15 Mateo 28:19-20 afirma: «Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado …» Note el uso intencional del sustantivo singular («nombre») con los tres que componen ese nombre. Decidí ofrecer varios ejemplos para mostrar cómo cada persona de la Trinidad posee todos los atributos de Dios.

«¿Quién creó el universo?». «Dios», respondieron al unísono.

«Están en lo cierto. Como dice Génesis 1:1 que Dios (refiriéndose al Padre) hizo los cielos y la tierra. Pero ¿sabían ustedes que Génesis 1:2 dice que el «Espíritu de Dios» estaba involucrado en la creación? Y que Jesús, de acuerdo a Juan 1:3 junto con Colosenses 1:15-17 y Hebreos 1:2 ¿es coronado el creador de todas las cosas?».16

Decidí poner otro ejemplo: «¿Quién resucitó a Jesús de entre los muertos?». Se miraron entre sí. «Todos», respondió tímidamente el élder Sorensen.

«Vaya, se me ha adelantado», dije riendo entre dientes. «Sí, los tres participaron en la resurrección de Jesús. En Juan 2:19, Jesús dijo que Él mismo resucitaría de entre los muertos. Pero Hechos 3:15 registra que el Padre lo resucitó y Romanos 8:11 le atribuye el logro de la resurrección al Espíritu Santo».

 Podía ver como esto les daba vueltas en la cabeza.

 «Ayúdame a entender, entonces, a quién le oraba Jesús en el Huerto de Getsemaní», dijo el élder Sorensen. «Si hay un solo Dios, y el Padre es Dios, ¿por qué Jesús oraba a Sí mismo?».

Se estaba refiriendo a la oración de Jesús en el huerto antes de ser traicionado y arrestado, la cual se describe en Mateo 26:36-56. Otro ejemplo mencionado a menudo es el del bautismo de Jesús por Juan en el Jordán. Cuando Jesús estaba en el agua, la voz del Padre se oyó desde los cielos y se vio como una paloma descendiendo del cielo y que representaba al Espíritu Santo (Mateo 3:13-17). Los que rechazan la Trinidad se preguntan sarcásticamente si Jesús podría haber sido un ventrílocuo que proyectó Su voz.

Dije: «Jesus estaba orándole al Padre. El Padre no se envió a Sí mismo para pagar por los pecados de las personas. En cambio, el Padre envió a Jesús. Los cristianos rechazan la idea de que el Padre sea la misma Persona que el Hijo».

En seguida, el élder Sorensen sacó a la luz otro pasaje bíblico: «Entonces, ¿por qué dijo Jesús que el Padre era mayor que Él? Esto hace parecer a Jesús menor que el Padre».

Él se estaba refiriendo a Juan 14:28. Para comprender este pasaje varios puntos deben ser entendidos. Como discutimos en el capítulo 5, Filipenses 2:5-11 enseña cómo Jesús, aunque nunca renunció a Su naturaleza divina, se humilló a Sí mismo haciéndose humano. Si el presidente de los Estados Unidos entrara en la sala y alguien dijera: «He aquí un hombre mayor que todos nosotros», ¿sería cierta esta afirmación? Note que la palabra usada es mayor, no mejor. Esta es una referencia a la autoridad, debido a que el presidente tiene más poder que cualquier otra persona en los Estados Unidos. Como señala White, «la diferencia de función no indica inferioridad de posición».17 Del mismo modo, podemos decir que Jesús se sometió al Padre sin renunciar a la afirmación de Su deidad.

El élder Michael había esperado su turno para preguntar. «He oído que la Trinidad fue una doctrina inventada en un concilio eclesiástico. ¿Es posible que esté aceptando una falsa enseñanza creada por hombres corruptos?».

Aunque la Trinidad no se enseñara abiertamente antes del siglo IV, los fundamentos de la enseñanza ya estaban implícitos en el cristianismo. Hablando acerca de la deidad de Jesús, Harol Brown escribe que, «uno de los valores de la herejía cristiana –que a veces parece ser más antiguo que la ortodoxia– es que sugiere que la doctrina ortodoxa, contra la cual reacciona, estuvo presente desde una fecha muy temprana, aunque no se formulara expresamente».18

Cuando Arrio provocó un gran desacuerdo al declarar que Jesús era humano, pero no Dios, hizo que los líderes de la Iglesia se enfrentaran con la enseñanza ortodoxa. La deidad de Jesús nunca había sido cuestionada de este modo. El emperador romano Constantino, que había declarado el cristianismo la religión del Estado, en 325 d. C., decidió reunir a un grupo de obispos de la Iglesia para debatir el tema. La primera reunión ecuménica de líderes cristianos fue la del Concilio de Nicea (en la actual Turquía).

En contraste con las creencias defendidas por Arrio, la gran mayoría de los 318 obispos concluyeron que Jesús era completamente Dios y completamente hombre. No se trataba de una decisión política, sino más bien de una conclusión bíblica, ya que creían que la versión de Jesús ofrecida por los arrianos era herética. Refiriéndose al obispo Eusebio, que era un seguidor de Arrio, Roger Olson escribe cómo él …

«… se presentó ante el concilio y leyó una clara e insolente negación de la deidad del Hijo de Dios, enfatizando que es una criatura y no igual al Padre en ningún sentido posible … Antes de que Eusebio terminara de leerlo, algunos de los obispos se llevaban las manos a los oídos gritando que alguien pusiera fin a las blasfemias. Un obispo que se encontraba cerca a Eusebio se adelantó y le arrebató el manuscrito de las manos tirándolo al piso y pisoteándolo. Se produjo una revuelta entre los obispos, que solo fue detenida por orden del emperador. Aparentemente, a pesar de la circulación de cartas escritas por Arrio y Alejandro ante el consejo, la mayoría de los obispos fueron ingenuos acerca de lo claro que era el asunto en realidad».19

La versión de Jesús propuesta por los arrianos (como un ser creado) no difiere mucho del Jesús del mormonismo, tal como lo describe Olson:

«De este modo, Arrio y sus colegas –los arrianos– afirmaron una especie de Trinidad formada por tres seres ‘divinos’ (Padre, Hijo y Espíritu Santo), de los cuales uno sólo es verdaderamente Dios. En su profesión de fe seguía afirmando inequívocamente que solo el Padre es ‘sin principio’ y que el Hijo, aunque es una gran criatura que comparte muchos de los atributos de Dios, no existía antes de ser engendrado por el Padre … Porque solo si Jesucristo es Dios somos salvos … Incluso antes de que hubiera un Nuevo Testamento al que apelar como autoridad escrita para la fe y la práctica cristianas, la fe apostólica implícita del cristianismo de los primeros siglos, giraba en torno al escándalo de la deidad de Cristo …  Si de alguna manera, este fuera eliminado, entonces la esperanza de participación eterna en la propia vida de Dios, perdón y restauración a Su imagen se vendría abajo. Incluso, el mismo Evangelio también se vendría abajo».20

Aun, 17 siglos después, el Credo de Nicea se continúa recitando. En su forma revisada, declara:

«Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas visibles e invisibles; Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, Engendrado del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero, Engendrado, no hecho, consubstancial con el Padre; Por el cual todas las cosas fueron hechas, El cual por amor a nosotros y por nuestra salud descendió del cielo, Y tomando nuestra carne de la virgen María, por el Espíritu Santo, fue hecho hombre, Y fue crucificado por nosotros bajo el poder de Poncio Pilatos, Padeció, y fue sepultado; Y al tercer día resucitó sugiriendo las Escrituras, Subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre. Y vendrá otra vez con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos; Y su reino no tendrá fin. Y creo en el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, procedente del Padre y del Hijo, El cual con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado; Que habló por los profetas. Y creo en una santa Iglesia Católica y Apostólica. Confieso un Bautismo para remisión de pecados, Y espero la resurrección de los muertos. Y la vida del Siglo venidero. Amén.»

Observe cómo el credo afirma que Jesús fue «engendrado, no hecho». Esto es lo que los teólogos llaman «generación eterna». Un ser humano tiene un principio. Sin embargo, aunque se hizo humano, Jesús sigue siendo eternamente Dios. Juan 1:1 afirma definitivamente: «En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios» (Nueva Traducción Viviente – NTV). El versículo 14 deja claro que, «la Palabra (Jesús) se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros» (NTV). Este credo encaja perfectamente con la enseñanza bíblica. Como escribe James White:

«Se dice que cada una de las personas es eterna, que cada una es igual a las demás en cuanto a su naturaleza divina. Cada uno comparte plenamente el único Ser que es Dios. El Padre no es 1/3 de Dios, el Hijo 1/3 de Dios, el Espíritu 1/3 de Dios. Cada uno es completamente Dios, coigual con los otros, y esto, eternamente. Nunca hubo un tiempo en que el Padre no fuera el Padre; nunca hubo un tiempo en que el Hijo no fuera el Hijo; nunca hubo un tiempo en que el Espíritu no fuera el Espíritu. Su relación es eterna, no en el sentido de haber sido durante mucho tiempo, sino de existir, de hecho, fuera del ámbito del tiempo mismo».21

Matthew Barrett, profesor de teología, lo explica ampliamente:

«La esencia única de Dios es indivisible; no tiene partes. La esencia divina no se divide en tres partes para formar tres personas. Introducir tal separación da como resultado un Dios compuesto de partes. Más bien, las tres personas son una en esencia, cada uno una subsistencia de la esencia idéntica y misma, poseyendo completamente esa única esencia, no simplemente una parte de esta. Aunque distinguimos las personas desde la esencia, no nos atrevemos a pensar que la esencia es una cuarta cosa que las personas se reparten para tener en común … Ni tampoco debemos mirar a las personas y pensar que, si juntamos a dos de ellas, tenemos más ‘Dios’ que si nos quedamos solo con una de ellas».22

El tercer miembro de la Trinidad –la Persona del Espíritu Santo– nunca fue un punto de discusión en el Concilio de Nicea. Solo se debatió la deidad de Jesús –ciertamente crucial para la doctrina de la Trinidad. Más tarde, en el segundo concilio ecuménico celebrado en el año 381 d. C. en Constantinopla (actual Estambul, Turquía), se discutió del Espíritu Santo y se afirmó que era Dios. Aunque a los mormones se les enseña a que desprecien los credos, lo que ciertamente no se dan cuenta es, de ¡cuántos aspectos del Credo Niceno se encuentran en Doctrina y Convenios 20!23 Los líderes de los SUD han afirmado que los credos enseñan falsa doctrina. Si esto es así, ¿cómo entonces, puede explicarse esto?

¿ES ILUSTRABLE EL MISTERIO DE LA TRINIDAD?

A alguien que rechaza la Trinidad, existen tres puntos que deben ser claramente comunicados. En primer lugar, debe entenderse que Dios reveló más de Sí mismo a medida que avanzamos del Antiguo al Nuevo Testamento. Esto se conoce como revelación progresiva. Norman Geisler explica que, «el Antiguo Testamento sólo revelaba indicios de la Trinidad enseñados en el Nuevo Testamento (por ejemplo, Mateo 3:16-17; 28:18-20). El Nuevo Testamento declara explícitamente lo que sólo estaba implícito en el Antiguo».24 Los que vivieron en los días del Antiguo Testamento tenían un concepto básico de Dios, aunque no se les había revelado todo. Con la venida de Jesús, los cristianos, aunque tienen un concepto más amplio, este, no es completo.

Segundo, se debe entender que la doctrina de la Trinidad nunca será completamente entendida por la mente humana. Es como tener un concepto básico del cielo y de su estado futuro. Sin embargo, una completa comprensión del esplendor preparado por Dios espera al creyente para un día futuro. Lo mismo ocurre con la Trinidad. Para comprender plenamente la verdadera esencia de Dios sería necesaria la omnisciencia, un rasgo que sólo posee Dios. Los cristianos aceptan esta enseñanza por fe, porque así es como Dios se revela en la Biblia. Grudem escribe:

«No es correcto decir que no podemos entender en absoluto la doctrina de la Trinidad. Ciertamente, la podemos entender y saber que Dios es tres personas, y que cada una de ellas es completamente Dios, y que hay un solo Dios. Podemos saber estas cosas porque la Biblia las enseña … Las Escrituras no nos piden creer en una contradicción. Una de estas sería: ‘Existe un Dios y no existe un Dios’, o, ‘Dios es tres personas y Dios no es tres personas’. O aun (la siguiente declaración es similar a la anterior), ‘Dios es tres personas y Dios es una persona’. Pero decir que ‘Dios es tres personas y existe un Dios’ no es una contradicción. Es algo que no comprendemos, y por esto es un misterio o una paradoja, pero eso no debe preocuparnos mientras los diferentes aspectos del misterio estén claramente enseñados por la Escritura, pues mientras seamos criaturas finitas y no deidades omniscientes, siempre (por toda la eternidad) habrá cosas que no comprenderemos del todo».25

Luis Berkhof escribió: «La Iglesia confiesa que la Trinidad es un misterio incomprensible para el hombre. No solo en el sentido bíblico de que es una verdad antes oculta y ahora revelada, sino también en el sentido de que el hombre no puede comprenderla ni hacerla inteligible».26 Harold Brown dice que la Trinidad «ha resultado imposible para los cristianos comprender realmente la doctrina o explicarla de manera exhaustiva. La doctrina de la Trinidad habla de la naturaleza interna del Dios trascendente, un asunto que ciertamente sobrepasa nuestra capacidad humana de comprensión y que debe ser respetado como un misterio divino».27

Lamentablemente, a los Santos de los Últimos Días se les enseña que es posible comprender la naturaleza de Dios. El primer Artículo de Fe declara que hay tres seres que componen la Divinidad: Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo. Como dice el sitio web de la Iglesia, «aunque los miembros de la Divinidad son seres distintos con funciones distintas, son uno en propósito y doctrina. Están perfectamente unidos para llevar a cabo el plan divino de salvación del Padre Celestial».28 Este es un ejemplo de Triteísmo (creencia en tres dioses separados) y no debe confundirse con la Trinidad.

Un Dios así está desprovisto de misterio. ¿No es mejor tener un Dios verdadero con misterio y no tener una versión falsa que se pueda comprender mejor?

Por último, la Trinidad no puede ilustrarse de forma satisfactoria para muchos no creyentes. Desde los tiempos del Nuevo Testamento, han sido utilizadas varias ilustraciones para tratar de explicar esta doctrina incomprensible, pero normalmente fracasan. Como afirman John MacArthur y Richard Mayhue: «Los teólogos han intentado encontrar una ilustración perfecta de la Trinidad, pero todos estos intentos han dividido la esencia [de Dios], comprometiendo la distinción entre las tres personas o han perdido de vista la esencia personal de Dios … Ninguna ilustración puede comunicar la Trinidad porque la Trinidad es Dios y siempre trasciende el orden creado, en esencia, personas y relaciones».29

Una ilustración común describe cómo el huevo se compone de tres partes: cáscara, clara y yema. Este es un mejor retrato de la visión triteísta de que hay tres dioses que son uno solo en propósito. Como se discutió en el capítulo 4, Deuteronomio 6:4 declara que Dios no sólo es uno en propósito, sino también uno en ser. Grudem explica:

«Por ejemplo, se falla al decir que Dios es como un trébol de tres hojas, el cual tiene tres partes y sin embargo sigue siendo uno; porque cada hoja es solo una parte del trébol, y cualquiera de las hojas no puede decir que es todo el trébol. Pero en la Trinidad, cada una de las personas no es sólo una parte separada de Dios, cada persona es completamente Dios. Además, la hoja de un trébol es impersonal y no tiene una personalidad distinta y compleja como cada persona de la Trinidad».25

Otros ejemplos para ilustrar la Trinidad incluyen el agua (vapor / líquido / hielo) o los papeles de un hombre (como padre / hijo / esposo). Estos ejemplos ilustran mejor la enseñanza falsa llamada sabelianismo, conocida también como modalismo, que dice que Dios es una persona que se revela a Sí mismo a través de tres «modos» (o «manifestaciones») diferentes. Por tanto, este tipo de ilustraciones pueden ser más perjudiciales que beneficiosas.

Existen dos ejemplos que me gusta usar. Una primera posibilidad, pregunto, a qué equivale «1 y 1 y 1». La respuesta que generalmente obtengo es tres (1+1+1), ya que la mayoría aborda la ecuación de forma lineal. Sin embargo, esos tres números también podrían dar como resultado uno (1 x 1 x 1). Resulta un tanto misterioso decir que tres unos son igual a uno cuando no se ha producido ninguna resta. Dependiendo de cómo se vea la ecuación, uno y tres pueden considerarse respuestas correctas.

Una segunda posibilidad, es utilizar el triángulo (aquí ilustrado) para mostrar cómo existen ángulos iguales (que representa igualdad con Dios) mientras que cada ángulo permanece separado (que representan la unicidad de cada Persona). Así, el Padre es completamente Dios, el Hijo es completamente Dios y el Espíritu es completamente Dios. Pero el Padre no es el Espíritu.  El Espíritu no es el Hijo y el Hijo no es el Padre. Esto concuerda con los cinco puntos anteriores que describen la Trinidad.

De acuerdo a la Trinidad, Dios existe eternamente como tres Personas separadas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Cada una es completamente Dios; sin embargo, no existe tres dioses, sino un solo Dios.

CONCLUYENDO LA CONVERSACIÓN

Era obvio que los misioneros querían comprender plenamente esta enseñanza, pero se sentían frustrados por su naturaleza misteriosa.

Les dije: «Sé que a los dos les gustaría que me limitara a desarrollar la doctrina de un modo que tenga sentido lógico. Pero como dije, los cristianos creen en la Trinidad porque el concepto se enseña en la Biblia. Por cerca de 2.000 años, los cristianos han aceptado los principios básicos. Sin la Trinidad, se presentaría una confusión para los cristianos que afirman que hay un solo Dios mientras sostienen que deben adorar a Jesús como Dios, según enseña el Nuevo Testamento».

Seguí describiendo cómo la expiación de Cristo no tendría sentido a menos que la Trinidad sea verdadera. Si Jesús hubiera sido un hombre perfecto, pero no Dios encarnado, habría sido incapaz de pagar por completo los pecados de los creyentes. John Piper lo expresó muy bien cuando escribió: «El castigo debido a nuestro pecado pudo ser pagado por otro, pues Dios envió a su Hijo en semejanza de carne de pecado. Él fue el Hijo divino, y sin pecado en su naturaleza humana. Por lo tanto, Él tuvo tanto el valor divino como la mortalidad humana para lograr lo que nadie más podía: ofrecer un sacrificio infinitamente valioso y morir por los pecados de su pueblo (Hebreos 2:14)».31

Parecía que los misioneros habían alcanzado una sobrecarga de información, lo cual es perfectamente comprensible cuando se presentan tantos conceptos de una doctrina difícil de entender. Esperé unos segundos a que asimilaran lo que les había dicho, pero aún tenía que mostrarles el papel que desempeñaba el «misterio» en su propia fe.

Les pregunté, refiriéndome a la primera parte de la Copla de Lorenzo Snow que discutimos anteriormente (capítulo 4): «Élderes, ¿creen ustedes que Dios el Padre (Elohim) fue una vez un humano en otro reino?».

 «Claro que creemos», dijo el élder Michaels.

 «¿Me pueden explicar esa doctrina?»

 Hizo una pausa antes de responder: «No sabemos mucho acerca de esta enseñanza».

«De acuerdo, me parece justo», dije. «¿Así que creen que Dios Padre vivió antes como un hombre en otro mundo, pero no pueden explicarlo con palabras? ¿Y no hay pasajes en las antiguas escrituras que apoyen esa idea? ¿Simplemente creen que es verdad y lo aceptan por fe?».

Asintió con la cabeza.

«Tengo apoyo bíblico para aceptar la Trinidad como verdadera, aunque no pueda comprender plenamente la enseñanza», dije. «Aceptar esta enseñanza no es un salto hacia la oscuridad basado en un deseo y una oración; más bien, es un salto hacia la luz. Creo que tengo suficientes razones para aceptar la Trinidad como un concepto verdadero en contraste con la idea de los SUD de que Dios Padre vivió una vez como un hombre de carne y hueso en otro mundo».

Ese día, los misioneros no aceptaron la doctrina de la Trinidad. Sin embargo, se les había presentado el concepto cristiano sobre la naturaleza de Dios. Ahora necesitaban investigar más y considerar las cosas que se les decían. Eran libres de negar la Trinidad, pero en vez de crear su propia versión falsa de la Trinidad, necesitaban contrarrestar los cinco puntos enfatizados en este capítulo:

  1. Existe un Dios eterno.
  2. El Padre es Dios.
  3. El Hijo es Dios.
  4. El Espíritu es Dios.
  5. Las tres Personas son únicas y no son la una ni la otra.

Le recomiendo que memorice estos cinco puntos –utilice la ilustración de los tres ángulos como ayuda– y que no tenga miedo de discutir esta (o cualquier otra) doctrina bíblica. Creo que también puede ser importante aprender sobre la historia de la iglesia, especialmente por qué se celebró el Concilio de Nicea y qué concluyeron los obispos.32 Corregir la concepción de los SUD de la cosmovisión cristiana de Dios podría ser la causa de una revolución en la cosmovisión de cualquier mormón.33

PREGUNTAS DE DISCUSIÓN

  1. ¿Cuál es el problema con las ilustraciones que intentan explicar los distintos matices de la Trinidad?
  2. Supongamos que alguien sugiere que la Trinidad no es verdadera porque la palabra no se encuentra en la Biblia. ¿Es este un buen argumento? ¿Cómo se puede rebatir esta idea?
  3. Jaime White dijo: «El conocimiento no salva; pero la verdadera adoración no existe sin conocimiento». ¿Qué quiso decir? ¿Está de acuerdo o en desacuerdo con esta apreciación? ¿Por qué?
  4. Alguien puede quejarse de la Trinidad porque el concepto no se puede entender. ¿Cómo respondería a esta objeción?
  5. Algunas personas han sugerido que la Trinidad enseña que Dios era el Padre en el Antiguo Testamento. Luego se convirtió en Jesús en el Nuevo Testamento y hoy, Dios se revela a través del Espíritu Santo. ¿Cuál es el problema con este pensamiento?

FUENTES RECOMENDADAS

Siguiendo el siguiente enlace, mrm.org/trinity-index encontrará diversos artículos y vídeos. También se recomiendan estos dos libros:

E. Calvin Beisner, God in Three Persons (Eugene, OR: Wipf & Stock Publishers, 2004).

James R. White, La Trinidad Olvidada: Rescatando el Corazón de la Fe Cristiana (en inglés, The Forgotten Trinity: Recovering the Heart of Christian Belief [Minneapolis, MN: Bethany House, 2019]).

CAPÍTULO 7 – LA TRINIDAD, UN DIOS EN TRES PERSONAS

  1. El sitio web oficial de la Iglesia de los SUD afirma que ellos, «… creen que Dios el Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo son personajes separados, pero uno en voluntad y propósito; no literalmente el mismo ser o sustancia, como las concepciones de la Santísima Trinidad comúnmente suponen». Esto es una falacia lógica del hombre de paja. Véase newsroom.churchofjesuschrist.org/article/latter-day-saints-101.
  2. Joseph Fielding Smith, ed., Enseñanzas del Profeta José Smith (en inglés, Teachings of the Prophet Joseph Smith [Salt Lake City, UT: Deseret Book Company, 1977]), 372. La elipsis es mía.
  3. Dallin H. Oaks, «La Apostasía Y La Restauración» (en inglés, “Apostasy and Restoration,” Ensign, May 1995), 84.
  4. Jeffrey R. Holland, «El único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado» (en inglés, “The One True God and Jesus Christ Whom He Hath Sent,” Ensign, November 2007, 40. Cursivas en el original.
  5. James R. White, La Trinidad Olvidada: Rescatando el Corazón de la Fe Cristiana (en inglés, The Forgotten Trinity: Recovering the Heart of Christian Belief [Minneapolis, MN: Bethany House, 1998]), 194-95. Cursivas en el original.
  6. Wayne Grudem, Teología Sistemática: Una Introducción a la Doctrina Bíblica (en inglés, Systematic Theology: An Introduction to Biblical Doctrine [Grand Rapids, MI: Zondervan Academic, 1994]), 226.
  7. White, La Trinidad Olvidada (en inglés, The Forgotten Trinity), 247.
  8. R. C. Sproul, ¿Qué es la Trinidad? (en inglés, What Is the Trinity? [Sanford, FL: Reformation Trust, 2019]), 59.
  9. «Madre Celestial» (en inglés, “Mother in Heaven,” churchofjesuschrist.org/study/manual/gospel-topics-essays/mother-in-heaven?lang=eng.
  10. Cuando escribí este párrafo, este recurso se había utilizado esa mañana en mi hija menor y en mí por dos mormones mayores que conocimos en una excursión de senderismo de montaña.
  11. White, La Trinidad Olvidada (en inglés, The Forgotten Trinity), 26.
  12. Este punto es fácilmente aceptado por los Santos de los Últimos Días.
  13. Como se mencionó en el capítulo 5, es importante mostrar cómo Jesús no es «un» dios o un dios «menor», sino que es Dios en el mismo sentido que el Padre.
  14. El Espíritu Santo no es un «personaje de Espíritu que actúa en nombre» de Dios, como enseña el mormonismo, sino que es la tercera Persona de la Trinidad con personalidad propia y única.
  15. Esta no es la única vez que existe tal construcción; otros versículos de apoyo incluyen Génesis 3:22; 11:7, e Isaías 6:8. Para un artículo titulado, “Does Genesis 1:26,27 Prove God Has a Physical Body?”, visite mrm.org/genesis-1-26-27.
  16. Considere lo fácil que sería memorizar estas tres referencias para mostrar cómo cada Persona de la Trinidad creó el universo: Génesis 1:1; 1:2 y Juan 1:3.
  17. White, La Trinidad Olvidada (en inglés, The Forgotten Trinity), 66.
  18. Harold O. J. Brown, Heresies: The Image of Christ in the Mirror of Heresy and Orthodoxy from the Apostles to the Present (Grand Rapids, MI: Baker, 1984), 20.
  19. Roger E. Olson, The Story of Christian Theology (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1999), 153-54.
  20. Ibíd., 147, 150. La elipsis es mía.
  21. White, La Trinidad Olvidada (en inglés, The Forgotten Trinity), 27-28. Cursivas en el original.
  22. Michael W. Barrett, Simply Trinity: The Unmanipulated Father, Son, and Spirit (Grand Rapids, MI: Baker, 2021), 141. La elipsis es mía.
  23. Por ejemplo, D&C usa «un Dios» (v. 28), «Dios Todopoderoso» (v. 21), «Hijo Unigénito» (v. 21), «crucificado, muerto y resucitado al tercer día» (v. 23), «ascendió a los cielos, para sentarse a la diestra del Padre» (v. 24), y «que creyeron en las palabras de los santos profetas» (v. 26). A diferencia del versículo 19 («el único Dios vivo y verdadero … debe ser el único ser a quien deben adorar»), el Credo Niceno declara que «el Hijo es adorado y glorificado».
  24. Norman L. Geisler, Enciclopedia Baker de Apologética Cristiana (en inglés, Baker Encyclopedia of Christian Apologetics [Grand Rapids, MI: Baker Books, 1999]), 608.
  25. Grudem, Teología Sistemática (en inglés, Systematic Theology), 256. La elipsis es mía.
  26. Louis Berkhof, Teología Sistemática (en inglés, Systematic Theology [Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 1976]), 89.
  27. Brown, Heresies, 128. Cursivas en el original.
  28. “Godhead,” churchofjesuschrist.org/study/manual/gospel-topics/godhead?lang=eng.
  29. John MacArthur and Richard Mayhue, Biblical Doctrine (Wheaton, IL: Crossway, 2017), 192-93. Cursivas en el original. La elipsis es mía.
  30. Grudem, Teología Sistemática (en inglés, Systematic Theology), 240.
  31. John Piper, Providencia, (en inglés, Providence [Wheaton, IL: Crossway, 2020]), 167. Cursivas en el original.
  32. Para más información sobre este tema, ver, mrm.org/council-of-nicea.
  33. Algunos cristianos creen erróneamente que han fracasado si el mormón no decide hacerse cristiano en el acto. Proporcionar a alguien una mejor comprensión de la doctrina cristiana debería considerarse un éxito evangelístico. Los cristianos son comisionados a presentar fielmente la Palabra de Dios tan exactamente como puedan y dejar los resultados finales a la soberanía de Dios.

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